Opiniones

ESCUELAS ANTISISMICAS

EL TIRO RAPIDO

Mario Rivadulla.

A comienzos de semana se reportó que decenas de escuelas públicas en la provincia de San Cristóbal se hallan en condición altamente vulnerable para enfrentar una posible ocurrencia sísmica de intensidad.

Preguntado al respecto por los periodistas que cubren su área, el Ministro de Obras Públicas, ingeniero Gonzalo Castillo, explicó que esos planteles tienen una data de muy antigua de construcción, cuando aún no existía ni se ejecutaba el protocolo antisísmico que rige y se exige al presente.

El funcionario tiene razón. Lamentablemente el problema no se presenta solo en San Cristóbal sino a todo lo largo y ancho del país, en la planta física de las escuelas que fueron levantadas mucho tiempo atrás, cuando además tampoco se tomaban muy en cuenta las condiciones del terreno de cuya consistencia depende en gran medida la resistencia del inmueble. Recuérdese lo que ocurrió en Puerto Plata hace algún tiempo, con colegios cuyas paredes se cuartearon y estuvieron a punto de colapsar con motivo de un terremoto de moderada intensidad.

Cuando ocurrió el devastador seísmo que redujo a escombros buena parte de la ciudad de Puerto Príncipe, ocupando la Secretaría de Educación, la licenciada Josefina Pimental, se dispuso hacer un levantamiento del grado de resistencia de las construcciones escolares en todo el país, tomando en cuenta que ocupamos un territorio de elevado riesgo sísmico.

En aquella oportunidad se informó haberse comprobado que alrededor de un millar de escuelas presentaban signos de baja resistencia y se anunció un plan de reforzamiento de sus estructuras. Si nos guiamos por la denunciada condición de vulnerabilidad que presentan decenas de planteles de San Cristóbal, hay que suponer que no se ejecutó o al menos no se completó.

Se tiene entendido que en el ambicioso plan de construcción de nuevas aulas y remodelación de las existentes, se están observando con el necesario rigor las disposiciones contenidas en el protocolo antisísmico.

En cuanto a los planteles más antiguos que presenten fallos de seguridad es de desear que se proceda a reforzar sus estructuras, de tal modo que quede a cubierta la seguridad de profesores, alumnos y personal que labora en los mismos en caso de sufrir un terremoto de elevada fuerza, una eventualidad cuya ocurrencia que a diferencia de las tormentas tropicales en cuya ruta nos encontramos, no es posible predecir ni darle seguimiento, lo que potencia el riesgo que entraña.

Esperemos que así sea.

teledebate@hotmail.com

2014-07-29 03:38:40