Opiniones

A Pleno Sol Inconclusos: dos años

Por Manuel Hernández Vilelta

Entre las debilidades del gobierno en los pasados dos años se encuentran los aumentos escalonados en los precios de los alimentos de primera necesidad, la falta de programas sanitarios preventivos, la ausencia de acuerdos entre gobierno y empresarios para mantener una masiva creación de empleos y la inseguridad pública.

En todos estos aspectos el Gobierno trabajó en la supra-estructura y logro éxitos, pero en cada caso los triunfos fueron en escalones bien marcados, mientras que a nivel de masas se sintieron los inconvenientes y hasta desganos.

El presidente Danilo Medina está desarrollando una exitosa política agropecuaria, incluyendo los préstamos a las pequeñas empresas que tienen relación con el campo y la marginalidad. El desarrollo de la agro-industria es gracias al esfuerzo del gobierno.

Pero ese desarrollo que disfruta el gran empresariado y el éxito del gobierno no se traduce en rebajas en los precios de los comestibles. Hay que buscar soluciones, en un mercado de libre oferta y demanda, para que se establezca una verdadera canasta popular alimenticia, con precios asequibles a todo el pueblo.

Danilo Medina ha ejecutado un moderno programa de reconstrucción, ampliación y funcionamiento de hospitales en todo el país. La política hospitalaria garantiza que los dominicanos podrán tener asistencia cuando se enfermen, aunque sea pagando un mínimo.

Se eliminó la odiosa cuota de recuperación, aunque todavía en muchos hospitales siguen cobrando a los que pueden pagar, y en algunos servicios los pacientes u familiares tienen que llevar el material gastable.

Donde el Gobierno tiene que iniciar un programa agresivo, moderno y eficiente es en la prevención. De hecho es mínima la politica preventiva en salud, y muestra de ello es que el país es afectado constantemente por virus y epidemias que podrían ser contrarrestados con la simple ingesta de alguna pastilla. Mayores recursos económicos y humanos para el área de la prevencion son necesarios.

En el aspecto económico, el gobierno es un moderador, un equilibrista con el sector privado. El Estado administra la función pública, pero no es agente para la apertura de fábricas y crear nuevos empleos. Si se han dado facilidades a un sector empresarial voraz, que a pesar de los beneficios que se le otorgan, no lleva a cabo programas de creación de empleos.

El sector privado tiene que dar mayor colaboración a los programas de desarrollo nacional, y cerrar la brecha de pobreza extrema que nos atormenta, y donde sólo la mezcla gobierno-empresarios podría fijar líneas de trabajo.

Sobre la delincuencia, hay que seguir trabajando en medidas de corte social. No se busquen las soluciones a la violencia por métodos de fuerza, sino ir a la raíz de lo que ocasiona este problema. Los grados de violencia de la sociedad dominicana son aterradores, y la marginalidad social propicia seguir ampliando los nubarrones de sangre y muerte.

2014-08-09 06:12:34