Hace muchos días, quizás semanas ya, que el presidente Hipólito Mejía no sale a la palestra, no participa en el debate público, y el morbo da paso a las interrogantes, conocido su temperamento irresistible e irrefrenable por mantenerse en el medio opinando. Creo que la última ocasión en que Mejía «sonó» fue cuando opinó y reculó casi de inmediato en torno a la disposición de Aduanas para gravar las compras por internet menores de US$200. De ahí en adelante, poco o nada se sabe de Hipólito, aunque su vocero, Héctor Guzmán, está en el candelero y bajo fuego intenso de la gente de Luis Abinader. Intriga la callada del presidente Mejía, y más que su silencio, su presencia en el debate mediático que tanto le atrae y apasiona. ¡¿…?!
A carbón
Aquí nos hemos acostumbrado tanto a que un tema saca a otro del debate con mucha facilidad. Actualmente, de lo que más se habla y comenta en muchos círculos económicos, políticos y mediáticos es de las plantas de generación eléctrica a base de carbón que el gobierno tiene proyectado instalar para enfrentar el problema energético. Hablan del tema los políticos, los economistas, los empresarios, funcionarios del sector y no llama la atención más de la cuenta. Pero que Ramón Alburquerque, ex presidente del Senado y un político hasta hace poco oficiante de la oposición a la presente Administración entre al ruedo y, conociendo su vocación a la crítica levantisca, se pronuncie a favor de la instalación de esas plantas, eso sí que intriga un poco más allá de la raya, a menos que se ignore que tiene un contrato de asesoría y/o consultoría al ente gubernamental que maneja, impulsa y promueve el asunto. ¡Je, je, je..!
Amenazas
El periodista y mejor amigo Rafael G. Santana siente amenazada su integridad física por su postura cuestionadora al trato que han dado algunos tribunales a un ex alto oficial de la DNCD señalado como vínculado al sicariato y al narco. Preocupa eso. ¡Hummm..!
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2014-09-01 04:06:05