Opiniones

¿MURIÓ MELENDITO?

Bueno, parece que quería irse sin ruido. Aún lo veo en la trinchera del comando junto a su cofrade Marinito, José Amado Camilo y Cocó Casanova «tocando El lago de los cisnes con el Mauser a manera de violín…hasta que nos dió tremenda sacudida un obús de mortero»… Pedro Conde Sturla.

Por Narciso Isa Conde

A José Manuel Meléndez, puertoplateño, técnico de dragado de puertos, militante comunista toda la vida, muchos/as le decían Melendito y algunos, pertenecientes al círculo de sus amistades intimas en el PCD, con los Sánchez Córdoba a la cabeza, lo apodamos PO-PO.

En estos días, cuando fui a visitarlo -como lo hacía frecuentemente- me comunicaron que había muerto, y que por su determinación había sido trasladado de su casa al cementerio con absoluta discreción: para «que nadie vaya a tomar café, a chismerar o hacer chiste al lado de mi ataúd», y «tampoco quiero discurso», le decía a sus seres queridos cuando hablaba de la proximidad de la hora cero.

¿Pero será verdad que murió Melendito? ¿Se nos fue PO-PO?

Soy de lo creo que «no ha muerto na». Se queda para siempre en nuestros corazones: con su picardía, talento y firmeza; con sus sabias percepciones y consejos, con su persistente voz de alerta frente al enemigo; con su preciada historia, propia de los/as que no mueren…

Estalló abril del 65… y Melendito, que tenía vínculos con el PSP, dejó su buen empleo y salió de Miami tras las huellas de las tropas gringas para incorporarse al Comando San Lázaro: para abrazarse a su pueblo insurrecto, hacer Guerra Patria y forjar militancia comunista-caamañista hasta siempre.

En el Puerto de Barbados le tocó ser testigo presencial de la cruel explosión del avión de CUBANA y ser el primero en ir al rescate de sus restos, lo que nos posibilitó ofrecer valiosas informaciones a la dirección revolucionaria cubana. No olviden que esa acción terrorista, dirigida por Posadas Carriles, se planeó en Bonao con protección de Falconbridge.

Melendito, en otra iniciativa internacionalista, ayudó a los sandinistas en el des-minado de los puertos del Atlántico, escenario del terror de la CÍA.

Jugó, además, un papel clave durante la primera visita de Fidel al país, cuando descubrimos y contribuimos a contrarrestar un complot para asesinarlo.

Dedicó también enormes esfuerzos para detectar redes contrarrevolucionarias internas y externas, grupos militares fascistoides y planes criminales contra el partido y el movimiento revolucionario.

Estudioso, perspicaz, solidario… no se le escapaba ni un suspiro de los opresores. Jamás concilió con el capital y el imperio. Desprecio a sus subordinados morados, blancos y coloraos, fueran tontos o zorros, burdos o sagaces. Su olfato de clase tenía una agudeza singular.

Melendito no ha muerto. Sencillamente hay que rescatarlo de su fructífera clandestinidad y discreción. Inicio hoy esta tarea.

2015-10-03 22:12:07