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GASPAR HERNÁNDEZ, CIUDAD DEL ATLÁNTICO DOMINICANO



POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

Municipio Gaspar Hernández

Gaspar Hernández es un el hermoso municipio rodeado por las espumosas aguas del Océano Atlántico y por estribaciones cordilleranas. Está arropado de playas, mangles, cocoteros y amapolas.

Está en una zona de vegetación exuberante de la Cordillera Septentrional. Su territorio formaba parte del Cacicazgo de Maguá, en la época pre colombina.

Esa zona del país también fue conocida en el pasado como Cantón La Ermita y Joba.

El primer nombre, al decir de muchos gasparenses, surgió en el 1907, derivado de una pequeña ermita o iglesia construida con productos vegetales, frente a la playa Magante, donde se reunían en convocatoria cristiana los pocos moradores que entonces existían allí.

En términos geográficos el lugar denominado Ermita fue descrito en el año 1915 como una Punta situada en medio del desagüe de dos arroyos: Cigüita y Limón.1

Otros sostienen (y hay anotaciones históricas de ello) que el caserío original fue devastado por un ataque de plagas, lo cual hizo que en el año 1912 sus habitantes se ubicaran cerca del principal río del lugar, en un sitio conocido como Joba Arriba.

Para ese traslado se promulgó la Ley 5083, en la cual se indican los motivos de dicho cambio de lugar del poblado.2

Luego surgió con ese nombre una Sección que en el presente adquirió por ley la condición de Distrito Municipal. Así se mueve la toponimia criolla.

El nombre actual le viene en honra a un sacerdote peruano que influyó mucho en parte de los jóvenes que luego fueron los abanderados de la Independencia Nacional, de cuya vida haré más adelante algunas puntualizaciones.

El municipio también lo integran los distritos municipales Joba Arriba, Veragua y Villa Magante, los cuales serán reseñados en otra crónica de esta serie.

De conformidad con la tabla de proyecciones poblacionales de la Oficina Nacional de Estadísticas, utilizando como base los datos arrojados por el IX Censo de Población y Vivienda del 2010, el Municipio de Gaspar Hernández tenía para el año 2012 la cantidad de 57,302 habitantes.

El mapa que configura la estructura territorial del país coloca a ese municipio entre el Océano Atlántico, en su vertiente Norte; mientras que al Este se encuentra con los bordes de la provincia María Trinidad Sánchez; al Oeste confraterniza con sus vecinos la provincia de Puerto Plata y el Municipio Jamao al Norte y en su lado Sur colinda con la provincia Hermanas Mirabal.

Tierra siempre productiva

La demarcación de Gaspar Hernández siempre ha sido productiva, con independencia de que en cada ocasión existan condiciones políticas, económica o climatológicas adversas.

Las estadísticas sobre la producción del agro nacional confirman lo anterior, teniendo el cacao, el café, los plátanos y los cocos la primacía. Gaspar Hernández también se destaca en el renglón pecuario, caracterizándose por un importante abasto de carne y leche de vaca, con una gran calidad genética.

Lo indicado en el párrafo anterior es una simple enunciación, pues sería demasiado prolijo publicar aquí la productividad agrícola y pecuaria que cada año queda registrada sobre ese municipio.

Pero para que se tenga una idea al respecto es importante decir que hace más de 175 años había varias decenas de grandes haciendas produciendo víveres en lo que hoy es Gaspar Hernández.

Prueba al canto: En un informe del año 1839, rendido al presidente haitiano Jean Pierre Boyer por el general Charrier, que era el jefe de los departamentos de Santiago y La Vega, se le hace saber que la sección «de Joba, de que era capitán Ramón Reynoso, contaba con 80 habitaciones sembradas de víveres.»3

Desde hace décadas Gaspar Hernández también es un destino turístico, por lo que se ha abierto un nuevo nicho en su renglón económico. Sin embargo, la falta de obras de infraestructura ha impedido que sus atractivos naturales se desarrollen con la debida intensidad.

Un muelle que allí existió en el pasado, y que servía para entrada y salida de productos, hace tiempo que quedó en simple recuerdo. Pero hay un bulevar o mirador del pescado, donde los visitantes disfrutan las delicias de los productos del mar.

Territorio de varias provincias

El territorio que hoy es el Municipio Gaspar Hernández ha pertenecido, en el curso de los años, a varias provincias: Santiago, La Vega, Pacificador, Puerto Plata y Espaillat. No son decires, pues así figura en las subordinaciones geográficas que han tenido dichas provincias.

En el período comprendido entre el 27 de junio de 1938 hasta el 18 de junio de 1945, Gaspar Hernández fue una dependencia comunal de la provincia Puerto Plata.

El texto legal que produjo dicha adjudicación territorial se explica por sí mismo, tomando en consideración el lineamiento geográfico, así como el flujo de comunicación y de comercio entre los moradores de esa zona del país.4

Para mayor abundamiento informativo de lo anterior puede consultarse una obra clásica sobre la historia territorial dominicana, fruto de la ardua labor de investigación de Vicente Tolentino Rojas, reeditada como segunda edición en el 1993, por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos.5

Hace más de 70 años que esa comarca fue incorporada a la provincia Espaillat, a cuya demografía le aporta más de 40 mil habitantes.

En los papeles documentales que recogen el ejercicio presidencial de Ramón Cáceres figura una importante decisión tomada en el año 1907, convirtiendo lo que hoy es el Municipio de Gaspar Hernández en un Puesto Cantonal, con todas las prerrogativas atinentes a ese ascenso.

En efecto, en el Decreto 4749, del referido año, el Presidente Cáceres subió de categoría el lugar, y también le cambió el nombre que hasta entonces tenía.

El principal dispositivo de dicha orden presidencial se expresa textualmente así: «Desde la publicación del presente decreto queda erigida en Puesto Cantonal con el nombre de Gaspar Hernández la sección de Joba, de la común de San Francisco de Macorís, siendo su cabecera el poblado llamado San Rafael.»6

El 14 de junio de 1907 se modificó la Constitución de la República (aunque la publicación de ese hecho se hizo el 9 de septiembre del mismo año). En virtud del artículo 4 del nuevo texto sustantivo se eliminó el término Puesto Cantonal, motivo por el cual Gaspar Hernández pasó a ser una Común.

Así se produjo dicho cambio en la calificación de los Puestos Cantonales que existían para entonces en el país: «El territorio dominicano se divide en provincias y éstas a su vez se subdividen en comunes.»7

De conformidad con el artículo 79 de la referida Carta Magna, Gaspar Hernández pasó a integrar el Colegio Electoral de Pacificador, conjuntamente con San Francisco de Macorís, Villa Rivas, Matanzas, Pimentel, Cabrera y Castillo.

Gaspar Hernández fue incorporado a la provincia Espaillat el 18 de junio de 1945, fecha en que se promulgó la Ley 925, con la cual se hicieron cambios territoriales en varias provincias y en diversas comunes del país.

Mediante la referida ley se dispuso que los terrenos que antes eran de la común Cabrera, situada paralela al lateral izquierdo del río San Juan, así como el territorio puertoplateño ubicado en la ribera derecha del río Yásica, quedaran integradas a Gaspar Hernández.8

Una extensión del Panteón Nacional en Gaspar Hernández

Dos sobresalientes gasparenses formaron parte de los patriotas exiliados que desde el exterior decidieron venir a tierra dominicana a enfrentar a la satrapía trujillista.

Silvio Augusto Domínguez López retornó al país el 20 de junio de 1959, acompañado de decenas de compatriotas y de solidarios extranjeros, para luchar con las armas en las manos contra el oprobioso régimen de Trujillo. Ocho días después fue apresado, torturado y asesinado por los criminales al servicio del tirano al cual vino a combatir para liberar de sus garras al pueblo dominicano. La expedición de la cual formaba parte estaba encabezada por José Horacio Rodríguez Vásquez.

Hugo A. Domínguez López, decidido también a darle batalla al régimen que durante 30 años mantuvo en terror a los dominicanos, falleció en el mismo 1959, en una explosión en el campamento del poblado Madruga, en Cuba, donde se entrenaba. Forma parte también de la Raza Inmortal.

Los restos de ambos hermanos fueron enterrados, el 14 de junio del 2014, en el cementerio municipal de la tierra que los vio nacer, Gaspar Hernández.

Silvio y Hugo Domínguez López ofrendaron sus valiosas vidas, en escenarios diferentes, pero dejaron un legado de dignidad, valentía y patriotismo que se mantiene como una llamada votiva iluminando a las nuevas generaciones, para que jamás acepten en el país la implantación de un sistema de gobierno despótico.

Para honrar su memoria se creó el Monumento Nacional Plaza de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez López, emplazada en la ciudad de Gaspar Hernández.

La creación de Monumentos Públicos para honrar personas requiere la promulgación de una ley en la cual se recojan los méritos que hagan factible tan importante distinción. Así lo pauta la Ley 638, promulgada el 23 de junio de 1944.9

En virtud de lo anterior, para revestir de la dignidad y la legalidad requeridas el homenaje a los valientes gasparenses Silvio y Hugo Domínguez López, se creó la Ley 50-18, la cual en su artículo 4 reza textualmente así:

«Declaratoria Monumento Histórico Plaza de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez López. Se declara como monumento nacional la Plaza de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez López en el Municipio de Gaspar Hernández, Provincia Espaillat.

Párrafo: El Monumento Nacional de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez López, es una extensión del Panteón de la Patria.»10

Desde Boca de Orí hasta Playa Magante

Al observar en un mapa plano el litoral marino de Gaspar Hernández se capta que su riqueza playera comienza en el lugar conocido como Boca de Orí, que es la tercera desembocadura que tiene el famoso río Yásica.

A partir de dicho sitio todo el lado norte de ese Municipio tiene cocotales, miles de árboles familiarizados con los vientos alisios de la Cordillera Septentrional, pero de manera especial se ven allí mangles de diversas especies que crecen acomodados a su área biótica tropical, sirviendo de guarida a crustáceos, moluscos y peces, así como aves de múltiples especies.

Hay que señalar que no toda la ribera de mar de Gaspar Hernández es de agua apacible. Hay áreas caracterizadas por fuertes marejadas, lo que no resta valor paisajístico y de ocio a la zona.

Playa Las Canas, con su arena parda, es objeto permanente de la agresión de fuertes olas, pero también es víctima de los que extraen de allí toneladas de materiales, incluyendo hasta la gravilla de origen marino, para la implacable industria de la construcción.

La Ermita es otra playa de Gaspar Hernández, con el añadido de que frente a ella se formó la primera aldea de la cual surgió ese hoy activo municipio de la costa norte del país.

El dinámico y rápido oleaje del área, en conjunción con el líquido opaco que discurre por sus líneas ondulantes, crean un ambiente más bien de contemplación sobre las infinitas variantes de la naturaleza.

Playa Arena Gorda, a pesar de abultados grados de turbidez de su agua, es frecuentada por turistas nacionales y extranjeros.

De playa Magante hasta se han compuestos pimentosos merengues (que forman parte del repertorio musical dominicano) interpretados, entre otros, por artistas como Ricardo Gutiérrez, nativo del Gurabo de Monción, en la Línea Noroeste y Bartolo Alvarado, nacido en La Jagüita de Cabrera, mejor conocido como El Ciego de Nagua.11

De ella escribió un investigador de nuestras costas lo siguiente: » Playa Magante, conocida también como Rogelio, tiene varios kilómetros de largo y 50 metros de ancho, de arena grisácea y mediana. El agua poco profunda y mansa favorece la utilización del lugar también como balnearios.»12

Los ríos y arroyos de Gaspar Hernández no tienen gran caudal de agua, ni se caracterizan por ser extensos. El principal es el río Joba, nutrido por sus afluentes los ríos Piedra y Venú.

Científico describió la costa de Gaspar Hernández

A vista del común de la gente lo que se sabe de las costas del territorio de Gaspar Hernández es que son de una belleza visual deslumbrante, que los zigzag de sus olas espumosas invitan a la contemplación, que el salpique del agua con la orilla convierten la zona en algo parecido a un paraíso y que sus playas invitan a un chapuzón; pero lo cierto es que también se han realizado estudios científicos en sus entornos.

El famoso geólogo y paleontólogo estadounidense William More Gabb estudió los contornos donde está Gaspar Hernández y se expresó así:

«A todo lo largo de la costa norte, la formación está representada exclusivamente por calizas, usualmente horizontales, aunque teniendo ocasionalmente un buzamiento muy bajo en dirección hacia el mar. Esta inclinación es más fuerte al este de Puerto Plata, y especialmente cerca de Cabarete, donde los arrecifes y bajíos se extienden por varios cientos de pies, con un rumbo paralelo al tren general de la costa…»13

Sacerdote Gaspar Hernández

El municipio objeto de esta crónica fue bautizado con el nombre de Gaspar Hernández, en honor a un ilustre e ilustrado sacerdote peruano nacido en Lima el día 6 de enero de 1798 y radicado desde el 1836 en la tierra que después de 1844 se llamaría República Dominicana, y de la cual luego adoptó la nacionalidad. Es decir que él murió como dominicano.

Además de ser un exégeta bíblico, teólogo y canonista el padre Hernández fue un educador con un gran dominio de filosofía, matemática y cosmogonía, lo cual le permitió auscultar en la sociedad dominicana (entonces en acelerado proceso de formación) el germen que le ayudaría a zafarse del yugo de los ocupantes haitianos.

Por feliz coincidencia fue maestro de varios de los jóvenes que luego integrarían la matrícula original de la Sociedad Secreta La Trinitaria, cuna que fue del proceso que culminó con la declaración de la Independencia Nacional.

En gran medida Gaspar Hernández contribuyó a cincelar el pensamiento de los trinitarios, comenzando por Juan Pablo Duarte, a quienes les inculcó la necesidad de expulsar a los intrusos que llegaron en el 1822 del lado Oeste de la isla de Santo Domingo. Sin olvidar que el ilustre peruano era españolista por genética y visión personal.

El vínculo de ese personaje (primero peruano y luego dominicano) con los trinitarios lo describe Joaquín Balaguer, en su rol de biógrafo novelado de Duarte, de este modo: «Con el sacerdote peruano Gaspar Hernández, activo animador de la idea separatista, continuó en 1842 los estudios que inició en Cataluña…El gran cura limeño funda una cátedra de filosofía, y a ella acude Duarte con sus partidarios más fervorosos. Las clases se convierten desde el primer día en una junta de conspiración contra las autoridades haitianas. El padre Gaspar Hernández riega con el vigor de su palabra la semilla sembrada ya por Duarte…»14

Su asesoramiento a los patriotas dominicanos, y el consecuente laborantismo en que estaba envuelto, provocó su primera expulsión del país, en julio del 1843, por orden del general haitiano Charles Hérard Ainé, que al decir del padre de la historiografía dominicana lo hizo: «obedeciendo a las insinuaciones de los que todavía a esas horas no concedían nada a los separatistas, ni siquiera habilidad para revolucionar, dio orden de salir del país al presbítero Gaspar Hernández…así como a fray Pedro Pamiés, que se había captado generales simpatías con sus prédicas ardientes…»15

Los hechos posteriores demostraron que ese exilio no disminuyó su interés por la causa dominicana. Al contrario, potencializó su vocación de servicio a favor de la tierra que le dio acogida.

Una cumbre de la cultura dominicana, Mariano Lebrón Saviñón, se refirió al padre Gaspar Hernández en términos elogiosos, resaltando su papel en la enseñanza de varias ramas del saber humano y en el proceso de educar a una parte de la juventud de la ciudad de Santo Domingo para romper las cadenas del yugo que oprimía al pueblo dominicano.

Dicho lo anterior sin dejar de reconocer que al principio las aspiraciones de Gaspar Hernández para los criollos se limitaban a la separación de Haití, sin desdeñar el retorno a lo que él entendía que era el abrigo de España, tal vez con un estatuto particular.

Lebrón Saviñón describió de esta guisa a tan combativo y brillante cura: «En esa misión de enseñanza desempeñó un gran papel el sacerdote peruano Gaspar Hernández(1798-1858), quien llegó al país en 1836 y, desde su llegada, combatió al haitiano…Gaspar Hernández, a quien llamaban El Limeño, era el principal educador de la época…congregó en su entorno a la juventud dominicana, instruyéndola sobre todo en filosofía. Conocidas eran sus ideas liberales, por lo cual los haitianos lo expulsaron del país…»16

Cuando se proclamó la Independencia Nacional estaba sufriendo los rigores del exilio político, como Duarte y otros patriotas. Luego ocupó diversos cargos, tanto eclesiásticos como en la administración pública y en la docencia.

Gaspar Hernández fue varias veces Presidente del Congreso Nacional. Era un congresista de fuste. Los memoriales de ese Poder del Estado recogen sus intervenciones allí, dignas de antología por la sabiduría y los mensajes de interés colectivo que contenían.

El primero de diciembre de 1852 fue co-fundador del prestigioso colegio San Buenaventura, en compañía de figuras de la talla de Alejandro Angulo Guridi, Manuel María Valencia y el presbítero Elías Rodríguez.17

De él, en su papel como religioso, recopiló muchas informaciones el eminente historiador higüeyano Vetilio Alfau Durán. Esta es una de sus notas:

«Canónigo Gaspar Hernández y Morales.-En virtud de una carta post-mortem del arzobispo Portes, se hizo cargo del gobierno eclesiástico el 9 de abril de 1858.Por causas políticas se ausentó del país el 12 de junio del mismo año para Curazao…» 18

Su influencia en la sociedad dominicana dejó huellas tan marcadas que a más de 70 años de su muerte en Curazao, el sacerdote Armando Lamarche invocaba su nombre ante el a la sazón Superintendente General de Enseñanza, Pedro Henríquez Ureña, a fin de que la religión formara parte del currículum educativo de las escuelas del país.

Luego de hacer un recuento de la vinculación del catolicismo con la fundación de la República Dominicana, y su presencia en varios símbolos nacionales, como la bandera y el escudo, el cura Lamarche, en su carta motivacional de fecha 15 de abril de 1932, puntualizaba que ello «parte de relevantes figuras de la Iglesia Católica, como fueron los Gaspar Hernández, los Tomás de Portes e Infante, los Fernando Arturo de Meriño, los Francisco Javier Billini…»19

Analizando la parábola vital del sacerdote Gaspar Hernández la reflexión conlleva a creer que él bebió en la fuente informativa constituída por las notas del Arzobispo Fernando Carvajal Rivera, aquel tonsurado que regenteó la Iglesia Católica de la Isla La Española a finales del siglo XVII, la misma que fue llamada «la centuria olvidada» por los autores Juan Regla y Guillermo Céspedes del Castillo.20

Lo anterior descansa en el hecho incontrovertible de que el accionar del padre Gaspar Hernández estaba en consonancia con una porción importante del pensamiento que sostenía el referido Arzobispo Carvajal, el cual alentaba sobre la necesidad de dar un impulso económico y social al denominado lado español de la isla.

Esos dos personajes no coincidieron ni en el tiempo ni en las circunstancias de sus respectivas actividades dentro de la población que daría origen al ser dominicano, pero es revelador el hecho de que ninguno de los dos, por motivos diferentes, pretendía desligar a España de esta tierra caribeña. Sin embargo, ambos reconocían la potencial riqueza criolla, la belleza de que estaba dotada esta tierra y la valía del pueblo que habitaba lo que hoy es la República Dominicana.

Un ejemplo es la relación que envió el referido Arzobispo Carvajal al rey de España en la que le decía, entre otras cosas, que había «…abundancia de ríos y tan buenos puertos que abundan de regalados, de tan ricas maderas, para todo tan cercana a España, de tan y tan ricas minas diferentes, de frutos tan nobles, que cría hombres tan valientes y que es mejor que las islas de Inglaterra y Sicilia, es digna de todo aprecio…»21

Registro de gentes desde el Siglo XVI

Aunque pudo ser desde mucho antes, hay crónicas de antaño que recogen (luego de la llegada de los españoles) que desde el siglo XVI hubo presencia de personas en el hoy Municipio Gaspar Hernández.

Introduzco este tema porque esa centuria fue una etapa muy difícil en el Santo Domingo colonial, especialmente para la masa poblacional negra que moraba en la llamada ciudad de los Colones. El drama humano que ello comportaba se derramaba hacia los demás rincones de la colonia bajo control de la corona de España.

Quizás sus efectos se proyectaron también hacia la demarcación en que está emplazado el hoy municipio Gaspar Hernández.

Una gota de agua en el océano de abusos coloniales lo constituyó un bando emitido en el 1545, tal vez bajo la inspiración de las ideas del terrible vallisoletano Tomás de Torquemada, el fraile dominico de las hogueras y los Autos de Fe, que simbolizaban a la mentada Inquisición, la misma institución que en un ejercicio de soberbia perversión el monje Macedo pregonaba que había nacido en el Cielo, para justificar un mogollón de maltratos y crímenes en la España sometida al terror de unos cuantos desalmados que utilizaban viles normativas policíacas y por encima de eso pregonaban que lo hacían en nombre de Dios.

La referida orden colonial, con carácter de ucase, decía, entre otras cosas, lo siguiente:

«Que las negras se recojan, al tañer el Ave María a sus casas y no salgan a vender hasta la campana del alba y estén por plazas y calles hasta la dicha oración del ave María, y no más, so pena de cincuenta azotes atada la aldabilla de la picota.»22

Bibliografía:

1-Geografía Física, Política e Histórica de la isla de Santo Domingo. Imprenta J.R. Vda. García, 1915. Cayetano Armando Rodríguez.

2- Ley No.5083, promulgada el 20 de mayo de 1912.Bloque de Leyes del 1912.

3-Informe del general P.A. Charrier al presidente haitiano Jean Pierre Boyer, 1839.Inserto en Obras Completas de José Gabriel García. Impresora Amigo del Hogar, 2016.Volumen I. Tomos I y II.P405.

4-Ley No.1526 del 27 junio de 1938.Bloque de Leyes de 1938.

5-Historia de la División Territorial 1492-1943.Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Segunda edición, 1993. Vicente Tolentino Rojas.

6-Decreto No. 4749 del Presidente Ramón Cáceres. Bloque Leyes y Decretos del 1907.

7- Artículo 4. Constitución de la República. Reforma del 14 de junio de 1907.Libro La Constitución Dominicana y sus Reformas (1844-2010).Tomo I. Impresora Búho, 2014.Pp573-608, auspiciado por el Tribunal Constitucional.

8-Ley No.925, promulgada el 18 de junio de 1945.

9- Ley No.638, del 23 de junio de 1944. Bloque de Leyes de 1944.

10-Ley No.50-18, promulgada en mayo del 2019.

11-Antes de que te vayas…Trayectoria del merengue folklórico. Impresora Amigo del Hogar, 2002.Pp337-339 y 261-268. Rafael Chaljub Mejía.

12-Ecos de la Costa. Travesía por el litoral marino dominicano. Impresora Amigo del Hogar, 2016.P73. Domingo Marte.

13-Sobre la topografía y geología de Santo Domingo. Volumen I. Impresora Amigo del Hogar, 2005.P91. William More Gabb.

14- El Cristo de la Libertad. Obras Selectas de Joaquín Balaguer. Tomo VII. Pp79, 96 y 97.Editora Corripio, 2006.

15-Compendio de la historia de Santo Domingo. Editora de Santo Domingo, 1979. Volumen I. Tomos I y II. P429.José Gabriel García.

16-Historia de la Cultura Dominicana. Impresora Amigo del Hogar, 2016. Pp21, 309,310 y 808.Mariano Lebrón Saviñón.

17-Decreto del 20 de octubre de 1852.Buenaventura Báez.

18-Vetilio Alfau en Anales. Editora Corripio, 1997.página 82.

19-La Sumisión bien pagada. La Iglesia Dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961).Impresora Búho. Tomo I.P123.AGN. José Luis Sáez Ramo.

20-El Arzobispo Fernando Carvajal y Rivera: Un crítico de la política colonial en Santo Domingo. Revista Clío-enero-diciembre-1983.No.140. Pp80-99. Fernando Pérez Memén.

21-Relaciones históricas de Santo Domingo. Volumen III.1957.Pp 81 y 82. Emilio Rodríguez Demorizi.

22-Los negros, los mulatos y la Nación Dominicana. Editora Nacional 1969.P23. Franklin J. Franco.

21 de junio del 2019

2019-06-26 20:05:41