Internacional

Bloqueo contra Cuba persiste 55 años después

Por Roberto Garcia Hernandez

La Habana, 19 oct (PL) El bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba sigue hoy intacto en sus componentes esenciales, 55 años después de que el presidente Dwight D. Eisenhower declarara el cese de las exportaciones norteamericanas a la isla caribeña.

El 19 de octubre de 1960 Eisenhower adoptó esa medida con el fin de dar un golpe mortal a la naciente Revolución, y un día después el Departamento de Comercio ordenó establecer controles totales a los envíos de mercancías a la isla, excepto algunos alimentos y medicinas.

Más de cinco décadas después, de acuerdo con fuentes oficiales cubanas, el costo de este cerco unilateral para la mayor de las Antillas rebasa los 833 mil 755 millones de dólares, además de daños humanos incalculables.

El propio presidente Barack Obama llamó al Congreso a revertir estas sanciones unilaterales contra Cuba el 17 de diciembre de 2014 al anunciar simultáneamente con su homólogo cubano, Raúl Castro, la decisión de ambos Gobiernos de restablecer las relaciones bilaterales.

Repitió este pedido a la rama legislativa durante su discurso del Estado de la Unión en enero pasado y en septiembre en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.

El 20 de julio pasado las dos naciones convirtieron en embajadas sus respectivas Secciones de Intereses en Washington y La Habana, pero poco cambió hasta ahora en cuanto a las sanciones impuestas por la administración de Eisenhower y luego codificadas por el Congreso..

Todo el marco legal de estas medidas punitivas tiene total vigencia, entre ellas la Ley Helms Burton, firmada por el presidente William Clinton el 12 de marzo de 1996, en medio de una feroz campaña anticubana.

El Congreso es el único con facultades para revertirlas y entre sus integrantes existe una voluntad bipartidista y mayoritaria para hacerlo, avalada además por el deseo de más de 60 por ciento de los ciudadanos estadounidenses.

Sin embargo, uno de los obstáculos fundamentales es la verdadera «dictadura» que ejercen algunos líderes en el Capitolio que sabotean cualquier intento por llevar a discusión los proyectos destinados a desmontar el bloqueo.

Es por eso que los cambios limitados que tuvieron lugar después del llamado «deshielo» en las relaciones bilaterales, están dentro de las amplias atribuciones que tiene Obama para vaciar una buena parte de las regulaciones que impiden el comercio con Cuba.

En la práctica, hay pocos aspectos que el presidente de Estados Unidos no tiene facultades para cambiar: en primer lugar la prohibición a subsidiarias en terceros países a comerciar con Cuba; además de la proscripción a compañías norteamericanas de establecer nexos con propiedades de ese país nacionalizadas en la isla.

El Presidente tampoco puede permitir la concesión de créditos para la adquisición de productos agrícolas por la parte cubana, los cuales deben abonarse en efectivo y por adelantado, de acuerdo con la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales aprobadas por el Capitolio en el año 2000.

A Obama no se le autoriza echar por tierra la prohibición a los ciudadanos estadounidenses de viajar a la mayor de las Antillas, una de las violaciones más connotadas a los derechos de los norteamericanos.

Las autoridades cubanas señalan que, a pesar de que las medidas tomadas hasta la fecha por el mandatario van en el sentido correcto, este hizo muy poco, teniendo en cuenta sus facultades ejecutivas para flexibilizar las sanciones, las cuales constituyen el principal escollo hacia la normalización de los nexos bilaterales.

Como parte de esas prerrogativas, los departamentos del Tesoro y de Comercio emitieron el 18 de septiembre de este año revisiones adicionales a los Reglamentos de Control de Activos Cubanos y los de Administración de Exportaciones.

Las medidas, que entraron en vigor el 21 de septiembre, mantienen intocables aspectos esenciales del bloqueo y el único cambio fue en las remesas, pues ahora se anulan los límites de estos envíos a Cuba.

En cuanto al comercio no aportaron nada nuevo, pues sigue sin autorizarse la concesión de créditos lo que obliga a la parte cubana a pagar en efectivo y por adelantado lo que compra en Estados Unidos.

Expertos en el tema señalan que el levantamiento de este cerco unilateral contra Cuba no se producirá de forma simultánea, sino en un largo proceso que intentará desmontar por partes el conjunto de legislaciones que lo rigen.

Ese sentir del Congreso fue expresado este fin de semana por el legislador demócrata Adam Smith, quien en un artículo en el diario The Hill señaló que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba es uno de los hechos más importantes en el plano de la política exterior norteamericana en 2015,

El legislador, la principal figura de su partido en el comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, dijo que la anterior política hacia La Habana, basada en las sanciones unilaterales, fue un fracaso y solo contribuyó a separar a Washington del pueblo de la isla caribeña.

2015-10-19 13:25:38