Opera olvidada sobre la vida de Juana de Arco se estrena con éxito en Alemania
La pieza montada por el «niño terrible» del teatro germano, Christoph Schlingensief, es la primera puesta en escena de la obra compuesta hace 70 años por Walter Braunfels.
Con gran éxito fue estrenada en la Deutsche Oper de Berlín una obra sobre la vida de Juana de Arco, montada por el «niño terrible» del teatro alemán, Christoph Schlingensief.
Se trata de la primera puesta en escena de la ópera «Escenas de la Vida de Santa Juana», compuesta hace 70 años por el alemán Walter Braunfels.
El músico, conocido sobre todo por su obra «Die Vögel» («Los Pájaros») escribió la pieza sobre Juana de Arco entre 1938 y 1942, mientras estaba proscripto por el régimen nazi. Pero no fue sino hasta 2001 cuando se la presentó por primera vez al público en Estocolmo, si bien sólo en su versión instrumental.
Braunfels fue uno de los compositores más importantes de la República de Weimar, en ocasiones más exitoso que Richard Strauss.
Luego se lo sepultó doblemente en el olvido: los nazis lo inhabilitaron y se lo ignoró tras la Segunda Guerra Mundial (1939- 45).
Bajo la acusación de que la Escuela de Música de Colonia se había transformado en un centro de «subversión judía», los nazis despidieron a Braunfels del establecimento en 1933, quitaron su nombre de los libros especializados y prohibieron sus obras.
Después de la guerra, Braunfels, que nunca había abjurado de la tonalidad, cayó en el olvido. Para la vanguardia que volvía a florecer en esos años estaba demasiado apegado a las tradiciones del siglo XIX. Su música es un mosaico donde se conjugan Wagner, Brahms y Strauss con grandes emociones.
Braunfels, que provenía de una familia judía de Frankfurt aunque su padre se había convertido al protestantismo, tematiza en «Jeanne D’Arc» sus cuestionamientos a la religión.
La figura de Juana de Arco ha vuelto a despertar interés últimamente en Alemania, en gran parte en relación con los usos políticos que hizo de ella el nacionalsocialismo, que en 1935 produjo una célebre versión dirigida por Gustav Ucicky, en su momento declarada de interés para el Estado alemán.
Schliegensief viajó durante la producción a Nepal y allí documentó en video rituales fúnebres de quema de cadáveres.
Durante la función inaugural, que tuvo lugar en la noche del domingo, se lo vio en escenas que testimonian su experiencia en el país asiático, y que se fundían con elementos litúrgicos para generar un orden visual onírico.
El director estuvo ausente en el estreno, pero también se proyectaron en transparencias sus indicaciones. El público leía frases como «aquí falta un ritual» o «en este punto cae una vaca».
Durante las tres horas que duró el espectáculo se proyectaron los videos de Schlingensief. Sobre el escenario se ve a sacerdotes, monjas, guerreros, niños y enanos, ovejas, cabras, un bailarín espástico y gente en silla de ruedas.
Con esos recursos se narró el camino de Juana de Arco desde el hospicio a la hoguera como la historia de una enferma. Un pulmón gigante flotaba en el aire, y el corazón de Juana, que permanece intacto pese a morir en la hoguera, se exhibe al final en una custodia sobre el escenario.
dpa
2008-04-28 17:42:12