Cultura

Obra “El Ángel de la Culpa” se roba el show de la Feria del Libro

Obra “El Ángel de la Culpa” se roba el show de la Feria del Libro



SANTO DOMINGO.- Por el éxito obtenido en sus dos presentaciones anteriores la obra teatral  “El Ángel de la culpa” de la autoría del teatrista cubano David Ramy, los organizadores de la XI Feria Internacional del Libro la presentarán por tercera vez en la Sala Ravelo del Teatro Nacional.



El famoso actor cubano Miguel Ponce y el teatrista dominicano José Alcántara lograron cautivar por espacio de una hora el público presente, que a casa llena se presentó la semana pasada.



David Ramy, un famoso actor, reconocido por su magnifica actuación en los principales escenarios del  mundo, trajo en exclusiva a la República Dominicana la interesante obra teatral, la cual recientemente fue premiada en Casa de Teatro.



Por las críticas, tanto del público, como de los más connotados teatristas dominicana la obra “El Ángel de la Culpa” será presentada en esta semana, como parte del calendario de actividades preparado por los organizadores de la Fiesta más importante del Libro del 5 al 9 de mayo en horario de 10:00 de la mañana a 9:00 de la noche.



Durante una hora y quince minutos, Miguel Ponce se las arregla para hablar sin tregua, con una voz potente, plena de inflexiones y matices, logrando mantener al público pendiente de cada gesto, cada palabra, cada movimiento, “utilizando una técnica diáfana que subyuga al espectador, una actuación que posee una carga feroz. Gracias a esa actuación, conmueve descubrir en su personaje libidinoso rastros de un ser que quiso «ver el otro lado de la luna», afirman teatrista dominicanos.



En el texto, verdaderamente un monólogo, se desencadena el maremagno de delirios que provoca el encuentro de dos grandes artistas, el dominicano y el cubano, logrando José Alcántara, actor dominicano, destacarse y elevar la capacidad artística de los actores caribeños.



Sin embargo, el actor dominicano logra conseguir involucrarnos en la tragedia del personaje del supuesto asesino, solamente con sus acciones, que son reacciones vitales al actor que lo confronta y a los estímulos escénicos. Un trabajo digno de acompañar en escena a un maestro como Ponce.



El final, que no debe revelarse, es la respuesta a las intrigas, la supuesta solución al crimen que abre nuevas interrogantes, el golpetazo que nos deja exhaustos. No obstante, me resulta burda la forma tan explicativa con que el autor acomete el interesante desenlace, sobre todo si el escritor nos ha hecho recorrer un camino de sutiles recovecos de la conciencia.



Una parte emotiva de la obra, fue la magnifica puesta en escena de un tema musical del grupo Noci-Rosario, con un tema reguetonero, interpretado por Steven Rosario.



La sipnosis de la obra trata de un crimen, donde un detective (Miguel Ponce) acude a investigar el asesinato de un hombre mayor en un apartamento de un barrio residencial donde se halla el presunto asesino (José Alcántara), un joven semidesnudo y enmudecido.




 El director opta en la obra, por un montaje minimalista que cuenta sólo con dos sillas que los intérpretes utilizan continuamente como un juego de estructuras geométricas. La ausencia de objetos permite enfocarse en los dos cuerpos que tenemos delante, y la ausencia total de luminotecnia es un elemento que acrecienta la angustia e incluye de soslayo al espectador en el drama.                 

2008-05-06 23:17:33