El graffiti se toma la fachada de la galería Tate Modern de Londres
Hasta el próximo 25 de agosto, quienes acudan a ese centro o sus alrededores no quedarán indiferentes al ver las seis pinturas de 50 metros de altura cada una.
EFE
El graffiti, arte de la calle, tiene desde hoy un lugar en la Tate Modern de Londres, cuya emblemática fachada que mira al río Támesis muestra los trabajos de seis artistas «callejeros» internacionalmente reconocidos.
En un momento dorado para el arte urbano, que goza de prestigio cultural y ha entrado en las más cotizadas galerías y casas de subastas, este museo contemporáneo ha puesto sus muros a disposición de los artistas del aerosol.
Hasta el próximo 25 de agosto, quienes acudan a ese centro, uno de los museos contemporáneos más visitados del mundo, o sus alrededores, no quedarán indiferentes al ver las seis pinturas de 50 metros de altura cada una que prácticamente cubren la fachada de la Tate Modern.
Se trata de la iniciativa Street Art at Tate Modern, una nueva apuesta del museo londinense por nuevas técnicas artísticas urbanas, la mayor de las veces contestatarias y más libres por el hecho de que las calles no imponen los límites de un lienzo.
Entre los seis artistas que participan en esta muestra, algunos de los cuales estaban pintando aún sus graffitis la pasada noche, se encuentra el barcelonés Sixeart y los brasileños Os Gêmeos y Nunca.
En declaraciones a Efe, el comisario de esta iniciativa, Cedar Lewisohn, explicó que Londres es un lugar idóneo para mostrar el «interesante» arte desarrollado en los ambientes urbanos, pues por toda la ciudad pueden verse trabajos de «graffiteros» anónimos, entre ellos los del famoso Banksy.
Por esta razón, indicó, se ha elegido a seis artistas no británicos para tomarle el pulso a las diferentes tendencias de arte callejero en el mundo.
Aparte de los brasileños y el español, muestran sus diseños en la Tate Modern Blu, de Italia; Faile, de Nueva York; y JR, de París.
Cientos de colores decoran la fachada de la Tate en murales que van desde lo abstracto a lo surrealista, pasando por lo psicodélico y la denuncia social más directa, algo que ha caracterizado históricamente al trabajo de los «graffiteros».
Así, Sixeart crea, a partir de figuras geométricas que recuerdan a Miró, un ser abstracto que sostiene a un tierno osito mientras es rodeado por corazones.
JR utiliza el blanco y negro para dibujar a un «guerrillero» que apunta desafiante con su cámara de vídeo y Faile recurre a la estética del cómic para mostrar a un indio luchador.
Os Gemêos pintan a un hombre desnudo de color amarillo sólo cubierto por un burka y Nunca opta por un pirata poco corriente con pulseras de perlas y delicadeza a la hora de tomarse una taza de té.
Por último, Blu recurre a la crítica social para denunciar la muerte y la destrucción de la sociedad occidental, conceptos que aparecen en decenas de viñetas que ocupan la mente de un hombre.
Lewisohn aseguró que los autores españoles de este tipo de arte están entre los mejores del mundo, por lo que decidió que un grupo de artistas asentados en Madrid crearan una serie de trabajos en los alrededores del museo, lo que se ha llamado «Walking Tour».
Se trata de Spok, El Tono and Nuria, Nano 4814 y 3TTMan, quienes llevan años llenando de arte las calles madrileñas.
El comisario de esta iniciativa sostuvo que artistas como Pablo Picasso o Jean-Michel Basquiat ya utilizaron recursos del arte callejero y que influyeron en su desarrollo, que fue rápido desde los años 70 del siglo pasado.
Cuando termine la iniciativa Street Art, la fachada de la Tate Modern volverá a mostrar su aspecto habitual, conocido por sus característicos ladrillos industriales de color marrón.
Lewisohn explicó que, aunque el arte callejero sea una técnica pictórica que tengan que albergar los museos, su carácter es «efímero» y como tal los dibujos serán borrados en agosto.
Podrán morir estos dibujos, pero seguro que otros vendrán para despertar sonrisas o conciencias en el lugar más inesperado de la ciudad.
2008-05-23 17:42:54