Santiago de Cuba, 17 nov (Prensa Latina) La unidad entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el pueblo de Cuba rinde frutos hoy, durante las labores de recuperación de esta provincia, azotada por el huracán Melissa, el pasado 29 de octubre.
Lo anterior trasciende en el poblado Cayo Granma, donde un contingente de la Región Militar Las Tunas, trabaja para devolver la cotidianidad a sus más de 800 habitantes, que vieron sus bienes materiales y servicios públicos destruidos por los vientos.
Prensa Latina estuvo allí y conoció historias que corroboran la anterior afirmación, como la que cuenta el damnificado Guillermo Almeida Macías cuando afirmó que sintió un gran apoyo en los compañeros de las FAR, porque desde el primer momento su labor fue titánica.

Ponderó que los militares no tienen miedo a herirse con un clavo, a la madera, al sol, a nada, que son unos todoterrenos, porque llegaron a su vivienda y en media hora resolvieron cosas que sería imposible hacerlas por sus propios medios, “palearon escombros, acomodaron lo útil”, recalcó Almeida Macías.
Otro protagonista, el soldado Lisdel Escobar declaró a Prensa Latina que su disposición y la de sus compañeros en Santiago de Cuba, es ayudar a todas las familias que sufren el daño del huracán Melisa para que se recuperen.

Afirmó Escobar Robaina, que está dispuesto a estar en la suroriental provincia los días que sean necesarios, que hay bastante trabajo pero cuentan con una buena tropa dispuesta a trabajar hasta agotarse, pero jamás rendirse.

El contingente Vicente García de la Región Militar Las Tunas, agrupa a oficiales, sargentos, soldados y trabajadores civiles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que ratifican en su labor diaria el valor de la unidad en los contextos más adversos.
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