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Equipos de Jurados de la 31 Bienal Nacional de Artes Visuales resaltan apoyo unánime a la validez de la obra “Lo que no se saca de raíz, vuelve a crecer” dentro del marco de las Bases de la actual edición

El Jurado de Selección compuesto por Raúl Morilla, Lillian Carrasco e Hiromi Shiba, encargado de escoger las obras para la exposición de la 31 Bienal Nacional de Artes Visuales; y el Jurado de Premiación, compuesto por Yina Jiménez Suriel, Orlando Isaac y Allison Thompson, encargado de premiar obras dentro de las seleccionadas para la exposición de la Bienal; están contestes y de acuerdo con los criterios aplicados en la realización de sus respectivos trabajos dentro de la actual edición de la Bienal.

La obra “Lo que no se saca de raíz, vuelve a crecer” — compuesta por la acción y sus testigos materiales (la palma y la tarja)— no fue concebida para instalarse dentro del Museo de Arte Moderno (MAM), sino a su alrededor o en los jardines exteriores de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte. En la documentación presentada, el artista señala explícitamente que, es una intervención a cielo abierto y, en caso de ser premiada, la pieza debe ser sembrada en los alrededores del museo o en los jardines de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte. Para esto puede consultarse el dossier con el que el artista presentó su obra a la Bienal.

Sobre el concepto de “material perecedero”, conviene precisar que en museografía el término se aplica a elementos intrínsecamente inestables, degradables o susceptibles de descomposición, tales como los alimentos, el hielo, la carne o las flores, que son objetos que inevitablemente se degradan o descomponen. En tal sentido, la palma, organismo vivo, no constituye un «material perecedero» en el sentido prescrito por el reglamento, puesto que el texto se refiere a materiales u objetos susceptibles de corromperse en un lapso relativamente breve. Por el contrario, la palma es un elemento vivo y estable que, a diferencia de materiales perecederos, mantiene su integridad a lo largo del tiempo, como es el caso de la madera o el papel.

Todo proceso de impugnación es legítimo y es responsabilidad del o de los equipos de Jurados involucrados, formar parte del mismo. Sin embargo, es importante señalar que la impugnación se ha presentado al Comité Organizador de la Bienal constituido por el Decreto 475-22 quien debe estatuir sobre dichas impugnaciones. Ello no es una atribución ni del Jurado de Selección ni del Jurado de Premiación.

Más allá de estos procesos administrativos, ambos equipos de Jurados celebramos que la Bienal y esta obra en particular estén propiciando un debate público sobre la vida contemporánea, así como la memoria histórica, el autoritarismo y el facismo en la República Dominicana.

Atentamente:

Equipos de Jurados de Selección y Jurados de Premiación 31 Bienal Nacional de Artes Visuales.

“Lo que no se saca de raíz,  vuelve a crecer”

    Durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, la Palma Real fue impuesta como símbolo nacional. Su imagen debía estar presente en cada hogar dominicano, no como una celebración de la naturaleza, sino como un recordatorio constante del régimen.  

  Una planta hermosa, alta, y majestuosa, que fue usada como emblema de una época oscura, de control, de miedo. En la actualidad, esa información se ha diluido en la memoria colectiva. La historia de la Palma Real como símbolo del Trujillismo ha quedado oculta entre el olvido, la desinformación y un nacionalismo estridente que muchas veces prefiere una versión del dictador más amable, más colaboradora, incluso heroica. Desde quienes lo recuerdan con nostalgia hasta quienes lo glorifican abiertamente, se va configurando un relato que contradice los hechos y pone en peligro nuestra comprensión del pasado.  

 «Lo que se saca de raíz , vuelve a crecer» es una escultura viva e inmóvil al mismo tiempo. Una Palma Real plantada como testigo de la historia, siendo una  presencia silenciosa que crece. No es solo es un elemento natural, es una metáfora que representa cómo las ideas autoritarias, fascistas y ultranacionalistas siguen echando raíces entre nosotros, camufladas, queriendo pasar desapercibidas. Se infiltran en la vida cotidiana, en los discursos públicos, en las marchas nacionalistas, donde la imagen del dictador todavía se alza con orgullo.  

   La escultura es una planta de palma real. La obra es una invitación a mirar de frente esa sombra del pasado que aún se extiende sobre el presente. Ya que lo que creemos enterrado sigue de creciendo.  

Requerimiento técnico

La pieza, por ser un elemento natural, debe estar en un espacio abierto, preferiblemente afuera, donde reciba el sol. Se le debe suministrar el agua necesaria por parte de los jardineros o personal del museo.

Si la pieza es ganadora de algún premio, se debe enterrar de manera fija en los alrededores del museo o en los jardines exteriores de la plaza de la cultura o  para que crezca. Colocando una ficha técnica con la información necesaria.  

Tamaño 2.5 x 2.6 x 2.6cm aproximadamente. Actualmente.  El tamaño de las pieza irá aumentando según vaya pasando el tiempo. (Parte conceptual de la obra).  

La Peke priky72@gmail.com