Cultura

En busca de la pareja dispareja: Matrimonios fingidos en China


BEIJING, 2 nov (Xinhua) — Para el joven Xia Dong, la mayor dificultad de ser homosexual no es decírselo a sus padres, sino casarse con una chica que pueda continuar el linaje familiar.

El joven de 25 años está actualmente en su tercera relación con un compañero del mismo sexo.

Los dos primeros compañeros estaban casados con mujeres por lo que Xia se sintió muy deprimido cuando su compañero actual, Xun, también planteó la idea de un matrimonio para encubrir su relación.

Pero esta vez, la futura novia sería lesbiana.

Xun persuadió a Xia de llevar a cabo un matrimonio fingido para tranquilizar a sus conservadores padres.

La historia de ambos hace eco de la cinta del director Ang Lee ganadora del Oso de Oro, «El banquete de bodas», que cuenta la historia de un taiwanés homosexual que se casa con una mujer de la parte continental china en Estados Unidos para cumplir con la exigencia de sus padres de tener un nieto.

En China, a pesar de la creciente tolerancia a la homosexualidad, todavía es tabú en los círculos convencionales y el matrimonio homosexual todavía es ilegal.

Los padres de mentalidad tradicional esperan que sus hijos e hijas les den herederos. Esto se ha convertido en una obligación en el seno de una sociedad integrada principalmente por familias de hijo único. En consecuencia, los matrimonios fingidos van en aumento.

OBLIGACIONES PATERNAS

Xun nació hace 26 años en el seno de una familia rural del este de China. Sus padres fueron multados en relación con la política de «un solo hijo» porque ya tenían una hija.

Xun se dio cuenta a una edad muy temprana que compartía muchos intereses con su hermana mayor y con otras niñas. Se sentía «emocionado» cuando veía a jóvenes guapos en la televisión.

Cuando creció se dio cuenta de que era homosexual. Xun se lo dijo a su hermana, quien le aconsejo que no se lo contara a sus padres y lo exhortó a casarse y a tener un hijo.

Sus padres todavía no saben nada de la sexualidad de su hijo. Le están arreglando una boda, pero ignoran que su hijo y su «nuera» tendrán vidas separadas con amantes del mismo sexo después de la ceremonia.

Xun dijo que siempre mantendrá el secreto y sólo se reunirá con su «esposa» en ocasiones como reuniones familiares, en particular con las generaciones de más edad.

Xia ya se declaró homosexual, pero sus padres, tras estudiar y consultar el asunto, le insistieron en casarse para continuar el linaje familiar.

«Mis padres se preocupan más por la reputación familiar que por los sentimientos de su hijo», dijo Xia. «Sólo quieren que tenga un hijo».

Xia ha considerado otros métodos, como el alquiler de útero, práctica todavía prohibida en China, y ha pensado en adoptar, pero sus padres se oponen a un nieto sin relación sanguínea.

Reacio a desobedecer abiertamente a sus padres, Xia considera que un matrimonio fingido es la única opción.

ENTENDIMIENTO MORAL

Internet ha facilitado a las minorías sexuales la búsqueda de cónyuges falsos.

De acuerdo con Chinagayles.com, más de 390.000 personas se han registrado en el sitio web de matrimonios fingidos desde 2005 y 50.000 han encontrado «socios» en línea.

Grupos anónimos en el servicio de mensajería instantánea QQ y otros foros también ofrecen a los homosexuales la oportunidad de encontrar un socio. Muchas de estas organizaciones aconsejan a los participantes firmar contratos que estipulen los derechos y obligaciones, como el apoyo a los padres, la crianza de los niños y la distribución de las propiedades.

Pero estos contratos no tienen valor jurídico, afirman los expertos. «Si la ‘pareja’ se presenta ante el tribunal, las disputas podrán resolverse sólo mediante la Ley de Matrimonios, no con base en el contrato», dijo Jing, una lesbiana de 35 años que trabaja en un sitio de Internet de matrimonios fingidos con miles de usuarios.

Jing indicó que la fortaleza de un matrimonio fingido se basa en un entendimiento moral. Una vez que las dos partes tienen diferencias no previstas, el matrimonio se vuelve muy frágil y es fácil de acabar.

Jing plantea muchas amenazas potenciales, como decir la verdad a los padres, conflictos con compañeros del mismo sexo y disputas por propiedades.

LA FAMILIA ES PRIMERO

Por estas razones, Jing pide a la gente que lo piense dos veces antes de «dar el sí».

Jing recuerda a un homosexual de una comunidad rural que exigió a su «esposa» vivir con sus padres después de casarse, una tradición china que aterra a las lesbianas.

Algunas personas eligen mantener su sexualidad en secreto y casarse con una pareja heterosexual, especialmente en las zonas rurales.

Se cree que los matrimonios fingidos van al alza en las ciudades de segundo y tercer nivel, donde las costumbres sociales no evolucionan tan rápido como la economía. Pero en las ciudades de primer nivel, como Beijing y Shanghai, cada vez más personas dice la verdad a su familia o simplemente permanecen solteros.

Los padres se están volviendo más abiertos, especialmente los nacidos en los setenta cuando las ideas de igualdad y libertad personal se arraigaron. «Quizá los matrimonios fingidos sean algún día cosa del pasado», dijo Jing.

Li Yinhe, un conocido sexólogo chino, dijo que los matrimonios fingidos son un fenómeno muy chino: «En la tradición china, el valor social más importante es la familia. La felicidad personal tiene que dar paso a los intereses familiares».

Los padres de Xia Dong se niegan a apoyar su relación con una persona del mismo sexo mientras el matrimonio homosexual sea ilegal en China.

«De modo que todavía existe la posibilidad de que un día mis padres me permitan casarme con un hombre», dijo Xia.

(Todos los nombres, excepto el de Li Yinhe, son seudónimos)

2015-11-02 21:45:44