Por Humberto Contreras Vidal
El diccionario de la lengua española define hormigón como el material que resulta de la mezcla de agua, arena, grava y cemento o cal, y que al fraguarse adquiere más resistencia. Popularmente, en la República Dominicana al hormigón se le suele llamar concreto.
Alcanzar un hormigón adecuado que sirva a un proyecto de construcción ha sido y es de gran interés para la arquitectura y la ingeniería civil.
Muchas personas se preguntan por qué el hormigón antiguo era más duradero que el actual. Algunos aseguran que algunas fórmulas se han perdido. Grupos de personas de diferentes áreas del conocimiento han estado tratando de descubrir la fórmula del hormigón romano. Unos dicen haber encontrado suficiente información para describirlo. Otros, llegaron a la conclusión de que los romanos no inventaron nada. Simplemente disponían de una ceniza volcánica que le proporcionaba la naturaleza que mezclada con cal tiende a endurecerse con el tiempo al contacto con el agua de mar. Estas informaciones podrán encontrarse con más detalles en noticias publicadas en español por la BBC de Londres.
Como aporte sobre este tema se puede decir que, en la actualidad es mucho el conocimiento que existe para preparar hormigones con diferentes características. Se podría decir que el conocimiento disponible permite preparar hormigón a la carta. A continuación, se señalan algunos aditivos químicos que pueden ser añadidos al hormigón con propósitos definidos.
Se sabe que añadiendo cloruro de calcio al hormigón se puede acelerar la velocidad del fraguado (se seca más rápido) y su endurecimiento. Con el nitrato de calcio, además de lo anterior, se previene la corrosión del acero (varillas) que sirven de armazón al hormigón.
Por el contrario, cuando se quiere retrasar la velocidad del fraguado se utiliza ácido tartárico y fosfatos, lo cual es útil en climas cálidos para facilitar el trabajo de los que llevan a cabo la obra.
Los policarboxílatos permiten reducir la cantidad de agua que se le añade al hormigón mientras aumenta su resistencia y durabilidad.
Silicatos de sodio reducen la permeabilidad, lo cual hace que el hormigón sea más resistente al agua.
Este conocimiento y la experiencia de los profesionales y técnicos de la construcción que saben cuándo y cómo añadir estos aditivos al hormigón pueden asegurar proyectos de construcción con calidad.
Muchas veces no se entiende cómo algunos puentes se colapsan (se caen), con las crecidas de algunos ríos a pocos años de haber sido construidos. Por qué puentes construidos en la época de la dictadura, entre 1930 y 1960, pueden soportar las crecidas de ríos y arroyos, a pesar de que se sabe que no han recibido mantenimiento desde su construcción.
No cabe duda de que, la calidad del hormigón utilizado y la intención de construir un puente robusto y duradero, pueden explicar por qué esos puentes son más resistentes a las crecidas de las corrientes de aguas.
En síntesis, la composición química del hormigón utilizado en la actualidad (su calidad) está directamente asociada a la calidad del pensamiento (interés comercial) de los profesionales responsables de la construcción de las obras civiles.
Se tendrá mayor calidad en el hormigón cuando el interés de la calidad de la obra sea mayor al interés económico de quienes la construyen.
El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. huco71@gmail.com