Faiber Trujillo, en una vitrina de exposición con las marcas de café elaboradas en la trilladora del ETCR El Oso en Gaitania, Planadas, Tolima, el 1 de noviembre de 2024. [Javier Hernández, VOA]
noviembre 09, 2024
Exguerrilleros de las FARC apuestan por la reconciliación y esperanza a través del café que producen en Tolima, localidad ubicada en el centro de Colombia y considerada la cuna del grupo insurgente hace 60 años.
Tolima, Colombia —
Con una pequeña máquina trilladora, exguerrilleros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y víctimas del conflicto armado que asoló la nación colombiana por más de medio siglo, producen uno de los mejores cafés especiales del país, y lo hacen en el mismo lugar donde nació ese grupo insurgente hace más de seis décadas.
Al frente de la trilladora donde se produce el café orgánico “El Tercer Acuerdo” está Faiber Trujillo, uno de los más de 13.000 firmantes de paz que en 2016 dejaron las armas de las FARC y se sumaron a un pacto con el gobierno colombiano para reincorporarse a la sociedad civil.
El nombre de “El Tercer Acuerdo” es en honor al pacto de paz firmado en 1996 entre el pueblo indígena nasa y las extintas FARC para la convivencia pacífica en las comunidades que rodean Marquetalia, el caserío donde nació el grupo rebelde en el departamento del Tolima en 1964.
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“Cuando se firmó el acuerdo de paz en 2016, nos dieron ocho millones de pesos (1.850 dólares) para montar un negocio, pero eso no era mucho, así que nos asociamos un grupo de excombatientes y montamos una cooperativa para producir café”, contó a la Voz de América Trujillo, quien estuvo 16 años en las FARC, convertido ahora en el partido Comunes.
“No sabíamos cómo íbamos a llamar la marca de café; evaluamos varios nombres y decidimos llamarlo El Tercer Acuerdo porque representaba la historia del acuerdo de paz entre las FARC y las comunidades indígenas de Gaitania”, agrega el excombatiente, quien aprendió los secretos para producir café de alta calidad gracias a la capacitación recibida tras la firma de la paz.
El café integró a la comunidad
El cultivo del café en la zona de Gaitania, ubicada en el municipio de Planadas, ha integrado a las víctimas, comunidades indígenas y excombatientes, quienes han aprovechado los espacios que antes eran disputados en la guerra, para producir un café reconocido mundialmente por su calidad, aroma y sabor.
“Las familias no podían cultivar porque estaban constantemente a la expectativa de ataques debido a las disputas armadas. Con la firma del acuerdo de paz, inició el desarrollo, y hoy Planadas es un municipio que, en medio del conflicto, fue resiliente y ahora es experto en producir café de calidad”, explicó a la VOA Juan Camilo Hueje, alcalde de Planadas.
Cada bolsa de café tiene un costo de 45.000 pesos colombianos (unos 11 dólares). Para sus cultivadores, ahora “la guerra ahora es con el café, en el sentido de saberlo cosechar y procesar para que de esta planta salga el mejor café”, según Faiber Trujillo.
En los más de dos años de funcionamiento de la trilladora, han empaquetado café de diferentes marcas, incluida “Marquetalia”. También procesan granos de marcas pertenecientes a campesinos de la zona.
“Todo nuestro café es procesado y cosechado por un firmante de paz que tiene su cultivo. También, el café de El Tercer Acuerdo se consigue en la zona y en el resguardo indígena”, señaló Trujillo.
Según cifras de Naciones Unidas, desde la firma del Acuerdo de Paz en Colombia, 420 excombatientes de las FARC han sido asesinados.
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Desde la Misión de Verificación de la ONU, que cuenta con una oficina regional en Gaitania, destacan que la trilladora y los proyectos en torno al café son ejemplos de superación y construcción de paz, a pesar de los obstáculos en la implementación de los acuerdos.
“Planadas ha sido una zona histórica de guerra y conflicto, pero ahora se están desarrollando iniciativas de construcción de paz muy importantes. Nosotros decimos que la mejor manera de consolidar la paz es a través de proyectos como estos, que integran iniciativas de paz y no de guerra”, comentó a la VOA Raúl Rosende, representante Especial Adjunto y Jefe Adjunto de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia.
En ese sentido, Faiber Trujillo enfatiza que, a pesar de los firmantes de paz que han sido asesinados, el mensaje es que “seguimos convencidos de la paz al 100 %” porque desea que el mundo “pruebe nuestro hermoso y rico café de El Tercer Acuerdo”.