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A Pleno Sol; Migrantes y Constitución

diariodominicano.com

Por Manuel Hernández Villeta

Santo Domingo, R. D., 27 de septiembre, 2024.- La participación del presidente Luis Abinader en los podios internacionales es muy positiva. Todas las tribunas se tienen que utilizar para fijar la posición dominicana en el mundo de  hoy.

Más,  si se trata de una Asamblea General de las Naciones Unidas, donde comparecen anualmente los principales dirigentes del mundo. Se podría citar que la casi totalidad de los temas tratados constituyen letra muerta, y nunca se dan soluciones.

El problema central de los dominicanos es el caso haitiano. Francia, los Estados Unidos y Canadá, quisieran que la solución partiera desde República Dominicana. Y no debe ser así.

El presidente Abinader habló con claridad sobre Haití, y echó la responsabilidad de la crisis sobre los hombros de las super potencias. Ellas deben encontrar la solución que permita a Haití vivir en democracia.

Pocas veces los haitianos han tenido un gobierno libre  y democrático. Su historia se pierde entre  carniceros  políticos locales, y otros que se ufanan de religiosos o libre pensadores, pero que no tienen soluciones reales a la mano.

En el marco de la comparecencia del  presidente Abinader a la Asamblea General de las Naciones Unidas, un grupo de jóvenes haitianos se movilizó en diversos puntos del país, reclamando la nacionalidad dominicana.

Una travesura, porque la Constitución de la República es clara y tajante que el hijo de un migrante que se encuentre en situación de ilegalidad, no es dominicano.

Aunque no hay estadísticas creíbles, Es posible que cientos de miles de haitianos vivan aquí de forma ilegal, pero siendo tolerados por las autoridades. No se puede obviar que la mano de obra haitiana se constituye en una necesidad para la agroindustria y el área de la construcción.

Los dominicanos han abandono esos dos renglones por los malos tratos, salarios deprimidos, pésimas condiciones laborales.  Para los haitianos esa forma de vivir y trabajar es una meta.

En el plano de la educación son miles de descendientes de haitianos indocumentados que están en las escuelas dominicanas. Para  inscribirlos se necesita  que tengan actas de nacimiento, pero los maestros tienen posiciones graciosas. Ya para ir a las universidades hay otro tipo de requisitos que no pueden sortear.

Como lo dijo el presidente, la crisis  haitiana tiene que ser resuelta por los haitianos y la comunidad internacional.  Sobre los hombros de un país pobre que trata de subsistir.  no se puede echar más cargas.

La constitución es innegociable.  Mientras haya artículos que niegan la dominicanidad  a los hijos de ilegales, estos seguirán teniendo  la nacionalidad  de sus padres como punto de referencia.