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Por Manuel Hernández Villeta
Santo Domingo, R. D., 29 de julio, 2024.- El Fondo Monetario Internacional hace las veces de ser una policía económica mundial, que dicta medidas de control a países desarrollados y sobre todo a los emergentes del tercer mundo.
Es enemigo de los subsidios, y quiere manejar la economía en base a crear más impuestos, que permiten a los gobiernos tercermundistas cumplir con sus obligaciones, pero dejando resquemores en la ciudadanía.
Los consejos del FMI llevaron en una ocasión a pobladas en toda America Latina, cuando sugirió y varios gobiernos la aplicaron, una ley de apretar el cinturón, en base a modificar leyes impositivas y eliminar subsidios.
Ahora manda a sus técnicos a la Repúblicia Dominicana. De primera intención podría verse que llegaron para elogiar al Banco Central por la forma en que ha timoneado una parte de la economía dominicana. Cierto que el equipo de Héctor Valdez Albizu ha hecho un buen trabajo en el Banco Central.
Pero más bien los funcionarios del FMI llegaron al país para explicar bien claro su tesis de que en forma urgnte hay que aprobar una reforma impositiva. Es un trago amargo que todos los gobiernos han guardado, incluyendo a Luis Abinader en su primer gobierno que ya finaliza.
Los técnicos también recomiendan eliminación de subsidios, o sea todo lo que tiene el precio controlado por la subvención oficial quedaría a nivel de subsistencia con recursos propios. Esa una receta que podría ser realista, pero su imposición sería dolorosa para la República Dominicana.
Una profnda y urgente reforma impositiva y eliminación de subsidios lanzaría el país por un terreno peligroso, el que no se debe iniciar con un primer paso. La reforma impositiva se debe evitar, y los subsidios no se pueden tirar al zafacón. Hay un alto costo social con estas medidas y el gobierno lo sabe.
No son los técnicos en manga de camisa que vienen por una semana y hacen recomendaciones, los qe aplacaran una convulsión social o una poblada, o sencillamente una gran intranquilidad nacional. El gobierno debe ver de donde saca más impuestos, sin necesidad de una reforma fiscal.
Hay subsidios que se pueden eliminar total o parcialmente, luego de que se estudie la conveniencia de esa protección especial, pero hay otros que deben ser intocables.
Ahora bien, hay sectores que no están incluidos en los subsidios de modo oficial, pero que se benefician del mismo, al no ponerse en marcha plenos controles. Por el momento, el gobierno debe tener oídos sordos con el FMI. Es la mejor salida.