Buenos Aires, 6 jun (Prensa Latina) Organizaciones y personalidades argentinas lamentaron hoy el fallecimiento a los 92 años de edad de Angela Catalina Paolín (Lita Boitano), presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas.
Nacida el 20 de julio de 1931 en Buenos Aires, buscó incansablemente a sus hijos Miguel y Adriana, quienes le fueron arrebatados por la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983) en 1976 y 1977, respectivamente.
Ambos pertenecían a la Juventud Universitaria Peronista y desde que se convirtieron en detenidos-desaparecidos, su madre no cesó en el empeño de encontrar la verdad y la justicia.
En el Mundial de Fútbol de 1978, fue una de las mujeres que ingresaron al Estadio Monumental durante un partido entre Alemania e Italia para denunciar y visibilizar los crímenes perpetrados por el régimen.
Además, logró ser escuchada por el papa Juan Pablo II y que él hablara sobre los horrores ocurridos en Argentina.
En Italia y otros países llevó a cabo una importante labor para apoyar la lucha de las madres, abuelas y demás familiares de las víctimas.
Hoy se nos fue una mujer increíble, con un amor que no se explica como entraba en ese cuerpo. La más peronistas de todas, militante, feminista y madre, escribió el exsecretario de Derechos Humanos y nieto recuperado, Horacio Pietragalla.
Nos enorgullece, nos guía y siempre nos dará fuerza para seguir luchando ante tanta adversidad. ¡Hasta la victoria siempre, mi querida Lita!, añadió.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado en esta capital, Daniel Catalano, expresó su pesar por su muerte, una semana después de la pérdida de la integrante de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas.
A su vez, el profesor de Ciencias Sociales Jorge Rachid agradeció su lucha inclaudicable y su capacidad de no darse por vencida.
Solo sembró alegría y esperanza. Es un ejemplo de vida, afirmó.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales destacó el legado de quien “estaba siempre dispuesta a discutir con pasión y a compartir su fuerza con todas las generaciones, la que elevaba la voz para hacer presentes a los desaparecidos, la que hacía del sentido del humor una forma de sostenerse y sostenernos”.
Lita se convirtió en una cara reconocible en las manifestaciones, los juicios por los delitos de lesa humanidad, los organismos internacionales, las luchas feministas, las mesas redondas de las universidades. Con el brazo en alto y los dedos en V, las fotos de Adriana y Miguel prendidas al pecho, el pañuelo verde en la muñeca, la ternura y la alegría como energía para seguir en la calle, añade un comunicado de esa entidad. mem/gas
