Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, el 27 de julio de 1899, el Gobierno de Estados Unidos del Presidente William Mckinley, expresó sus condolencias por el asesinato del dictador dominicano Ulises –Lilís- Heureaux.
El mensaje del Presidente estadounidense fue el siguiente: “Señor Presidente de la República Dominicana. En nombre del pueblo americano y el mío propio, ofrezca a su excelencia y a la nación dominicana las más sinceras condolencias por la muerte del Presidente Heureaux”.
El dictador dominicano fue asesinado en Moca, el 26 de julio de 1899, por los jóvenes Jacobito de Lara, Horacio Vásquez y Ramón Cáceres, quienes huyeron hacia la comunidad de Estancia Nueva, donde eran esperados por los demás complotados que encabezaba Horacio Vásquez.
El cadáver de Lilís fue llevado a Santiago en la madrugada del 27 de julio por una comisión que encabezó el general Perico Pepín, Gobernador de Santiago.
A las 7 de la mañana del día 27 de julio, el cañón de la fortaleza San Luis, tocó el duelo.
El periódico Listín Diario publicó en su edición del 27 de julio de 1899, una escueta nota sobre el acontecimiento:
“Se dice de público, y es la versión más acentuada hasta ahora, que el general Heureaux, disponiéndose a salir para Santiago de los Caballeros. Que había hecho salir, precediéndole, a su Estado Mayor, que en el instante de su muerte se hallaba socorriendo con una limosna a un pobre anciano que se acercó a la puerta de la casa de don Carlos M. Rojas, y en que se hospedara el general Heureaux, cuando de súbito y sin darse cuenta de ello por la violencia con que fue acometido, cayó derribado por un balazo que disparó no se sabe qué persona y el cual (…) le hirió en la mitad del corazón”. (sic)
Al producirse la muerte de Lilís, asumió la Presidencia de la República, Wenceslao Figuereo, uno de sus seguidores, quien desató una persecución contra los conjurados y trató de quedarse en el poder, pero como las fuerzas lilisistas no tenían respaldo popular, tuvo que renunciar, y dar paso, el 30 de agosto de 1899 a la “Junta Popular Gubernativa”.
Lilís Heureaux se encontraba en la Presidencia de la República desde el año 1886.
En el momento de su muerte su administración enfrentaba una crisis financiera. Había ido a Moca como parte de un recorrido que inició el día 21 de julio de 1899, para calmar a los hombres de negocio que estaban muy disgustados por los efectos de las emisiones inorgánicas que había hecho el Gobierno.
Heureaux les prometió a los comerciantes que estaba en ánimo de incinerar los billetes que había emitido para restaurar la confianza en su Gobierno. Su gira la comenzó en Sánchez donde cumplió su promesa.
El 25 de julio quemó 4 mil pesos en La Vega y luego se trasladó a Moca, donde en la noche le ofrecieron una recepción.