SANTO DOMINGO, RD, El 11 de junio de 1932 nació en la ciudad de Santo Domingo, Francisco Alberto Caamaño Deño, hijo del Teniente General Fausto Caamaño Medina y Enerolisa Deño (Nonin). Se destacó como militar y político.
Comenzó la carrera militar en la Marina de Guerra, en 1949. En 1960 fue transferido a la Policía Nacional con el rango de Mayor. Y en 1962, fue designado Jefe del Cuerpo contra motines (cascos blancos), calificado como el principal organismo represor de la Policía Nacional tras la caída de la dictadura de Trujillo.
Una biografía publicada por el matutino Listín Diario, el 24 de abril de 2013, refiere que el 27 de Febrero de 1963, asumió como Presidente de la República Dominicana el Profesor Juan Bosch, quien había sido elegido el 20 en diciembre de 1962, en las primeras elecciones libres post desaparición de Trujillo. Sin embargo, luego de una confabulación entre sectores poderosos locales y extranjeros dieron un golpe de Estado a Bosch el 25 de septiembre del mismo año.
Tras el golpe, y la imposición del gobierno de facto del Triunvirato se dieron las condiciones propicias para que un grupo de militares iniciaran labores conspirativas para restablecer el gobierno legítimo.
El líder de esos militares fue el Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, quien en diciembre de 1964, comprometió al Coronel Caamaño en el movimiento, y sobre sus hombros reposaba la encomienda de sublevar a la Policía Nacional en el momento del alzamiento constitucionalista.
“El 24 de abril de 1965 sorprende al Coronel Fernández Domínguez en Chile donde había sido enviado como agregado militar de la Embajada dominicana en ese país. Debido a la ausencia del líder de la sublevación, había quedado al mando el Coronel Hernando Ramírez, quien abandonó el liderazgo de la revuelta desde el 26 de Abril.
“Debido a estas circunstancias, el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, asumió la responsabilidad y el liderazgo militar de la Revolución, y junto a un sin número de oficiales, cabos, rasos y civiles (mujeres y hombres), dirigió la organización de la resistencia armada contra las fuerzas del CEFA (Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas), lideradas desde San Isidro por el General golpista Elías Wessin y Wessin.
En el frente constitucionalista
El 26 de Abril de 1965, las fuerzas constitucionalistas comandadas por el coronel Caamaño Deñó detienen en el puente Juan Pablo Duarte el avance de las tropas militares al mando del general Elías Wessin y Wessin.
El 26 de abril del año 1965 los militares constitucionalistas, con el apoyo de civiles, lograron tomar varios tanques de guerra de las unidades que comandaba el general Elías Wessin y Wessin.
En tanto, el comandante constitucionalista coronel Caamaño Deñó informó el 26 de Abril de 1965, que había logrado la renuncia del Presidente de facto, doctor Donald Reid Cabral.
El mismo 26 de abril de 1965, el presidente provisional, doctor Rafael Molina Ureña, estableció su oficina en el Palacio Nacional.
Tan pronto se instaló en el Palacio Nacional, el Presidente Rafael Molina Ureña, emitió su decreto número UNO, en virtud del cual convocó al Congreso Nacional del Gobierno constitucional que encabezó el Presidente Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963, y cuyo acontecimiento originó la guerra de Abril de 1965.
Los constitucionalistas luchaban por el retorno al poder, sin nuevas elecciones, del presidente profesor Juan Bosch, a lo que se oponían las fuerzas militares que lideraba el general Elías Wessin y Wessin, en razón de que los jefes militares de la época participaron en el golpe de Estado de 1963, al acusar al Gobierno de Juan Bosch de tener orientación comunista.
No obstante, el 26 de Abril de 1965, a medida que pasaban las horas, los militares constitucionalistas recibían más apoyo de la población civil.
La versión de Listín Diario indica que el 24 de Abril, luego de la sublevación de los campamentos militares 16 de Agosto y 27 de Febrero, y del anuncio formal del estallido de la Revolución, reinó la confusión, el caos y la desorganización de las fuerzas.
“Se iniciaron los bombardeos sobre Santo Domingo y con estos la renuncia y asilamiento del Presidente provisional Rafael Molina Ureña, del jefe del Movimiento Constitucionalista Coronel Ramírez, y de la mayoría de los comprometidos con la lucha; el Coronel Caamaño desorientado y aturdido, pasó la noche del 26 de Abril en calidad de asilado en la Embajada de El Salvador.
“A la mañana siguiente salió de la embajada y tomó el mando militar de la Revolución, reorganiza las fuerzas que están dispersas en Santo Domingo, y se dirige a la cabeza del Puente Duarte a impedir junto a un grupo de valientes la entrada a la ciudad de los tanques y los soldados golpistas del CEFA.
El combate fue desigual en número y armas. El puñado de militares combatió con ferocidad por la libertad de la Patria. El pueblo enfrentó las fuerzas numerosas y bien equipadas con los puños, con piedras, con palos, con pedazos de hierro. Allí brilló el Coronel Caamaño por vez primera, allí hizo una alianza con el pueblo que no se rompería nunca más. Allí nació el Coronel de Abril.
De todas las batallas de la guerra de Abril, la del puente Duarte fue la más importante, porque evitó la entrada de las tropas de de San Isidro a la capital.
Tras el desembarco de los marines estadounidenses, el 28 de abril, los constitucionalistas se concentraron en la zona colonial de capital, donde a partir de entonces el pueblo y los militares al mando de Caamaño establecieron una lucha contra el ejército invasor y su contraparte golpista dominicana.
La versión publicada por Listín Diario destaca que dos años después del estallido de la Guerra de Abril, Caamaño se trasladó a Cuba en octubre de 1967. Fue recibido por Fidel Castro, con quien llegó a acuerdos de colaboración. Preparó el viaje en forma secreta dado que pensaba retornar a Europa, pero al darse cuenta de que había trascendido su presencia en Cuba, decidió permanecer en la isla. Allí se propuso crear una fuerza estratégica para producir una expedición.
“No logró un acuerdo formal con el Partido Comunista Dominicano ni con el Partido Revolucionario Dominicano, quedando básicamente aislado en Cuba. Pero sí llegó a un acuerdo con un sector del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, encabezado por Amaury Germán Aristy, que recibió el nombre de Los Palmeros. Se convino en que se trasladarían militantes a Cuba para recibir formación militar con vistas al desencadenamiento de la insurrección en mayo de 1970. Decenas de militantes palmeros y de una rama del PRD se trasladaron al campamento de entrenamiento en Pinar del Río.
“Estos planes no pudieron plasmarse. Por lo visto, la dirigencia cubana varió de posición en cuanto a la política de apoyo a los movimientos armados en América Latina. En el aislamiento, Caamaño empezó a ser cuestionado por muchos de sus compañeros, que le achacaban que no se produjera el retorno al país. También estallaron divergencias con el grupo interno de los Comandos de la Resistencia, dirigidos por Germán Aristy, que se quejaban de falta de comunicación.
Tras varios desprendimientos de integrantes del grupo estratégico en el campo y del equipo urbano, después de la muerte de Germán Aristy y tres de sus compañeros, en enero de 1972, Caamaño presionó a las autoridades cubanas para que le permitieran salir hacia el país. Tras meses de un último entrenamiento y largos preparativos, al frente de nueve hombres, llegó por Playa Caracoles el 3 de febrero de 1973.
El pequeño contingente guerrillero protagonizó la hazaña de internarse en cosa de días en el corazón de la Cordillera Central, en la zona de Valle Nuevo. Como no había grupos internos advertidos de la expedición, no se produjo respaldo alguno, pese al ascendiente de que seguía gozando Caamaño.
En la tarde del 16 de febrero, mientras descansaba en la zona de Nizaíto, el grupo guerrillero fue ubicado por un destacamento del ejército. Dos de los guerrilleros, Eberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas, resultaron muertos. Caamaño decidió no abandonarlos, por lo que fue capturado herido y fusilado.