EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla
En días pasados, comentando la breve visita hecha al país por el Vicepresidente de los Estados Unidos, Joseph Biden y su bastante prolongada entrevista con el Presidente Danilo Medina, al que reiteró la mejor disposición de su gobierno de facilitar la mayor cooperación al nuestro para incrementar el clima de negocios y enfrentar problemas que son de común interés como el tráfico ilegal de personas y la prevención y lucha contra el narcotráfico saludamos esas proclamadas buenas disposiciones.
Pero como no es la primera vez que otros funcionarios del poderoso vecino, en cuyo entorno geo político navegamos y que es nuestro principal comprador y proveedor comercial, ofrecen ayudas que luego no se concretan, dijimos alentar la esperanza de que sus palabras no fueran simple retórica.
Peroen pocos días, al menos en un caso, contrastando las afirmaciones del segundo ejecutivo estadounidense, eso ya ha comenzado a ocurrir. En más de una ocasión y todavía reiterado en días recientes, la DEA atribuye a nuestro país ser una de las principales y más transitadas vías de acceso de las drogas al atrayente mercado de consumo de los Estados Unidos por parte de los carteles sudamericanos del narcotráfico internacional. Esto así, sobre todo, en la medida que en México las autoridades han logrado intensificar la lucha y asestar algunos golpes de importancia a los peligrosos carteles que existen en su territorio, lo que ha motivado a estos a mover parte de sus operaciones hacia esta parte del Caribe donde disponemos de recursos muy limitados para hacerles frente.
¿Y que está ocurriendo cuando lo lógico es que el gobierno estadounidense apuntale los esfuerzos de nuestras autoridades con una más amplia cooperación y mayor cantidad de recursos?
Lamentablemente todo lo contrario.
Hoy el matutino El Día, que se ha especializado en dar seguimiento a este importante tema, difunde como principal titular de portada el desconcierto que manifiesta general Julio César Souffront, Presidente de la DNCD, ante la decisión de las autoridades estadounidenses de retirar hacia otras latitudes parte de los recursos que mantenía en el área y cuya contribución resulta esencial en el combate contra el narcotráfico.
Entre esos medios figuran aviones interceptores que junto a nuestros Tucanos han permitido mantener despejados nuestros cielos de las incursiones que tiempo atrás nos sometían a un casi diario bombardeo de estupefacientes, así como radares especiales para la detección de vuelos a baja altura, los cuales han sido movidos hacia Puerto Rico.
El general Souffront, quien señala que el desplazamiento de parte de las operaciones del narcotráfico hacia el área del Caribe resultaba previsible, lo que de hecho señaló en más de una oportunidad y con anticipación de varios años el entonces diputado Pelegrín Castillo en varias comparecencias efectuadas en este espacio, deja expresión de su desaliento ante esta insólita decisión confesando que no entiende la política antidrogas de los Estados Unidos.
No es el único. Tampoco nosotros, ni mucha otra gente. Y lo que es más grave: da la impresión de que a veces tampoco la entienden ellos mismos.
Por lo pronto, las promesas de mayor cooperación ofrecidas por el Vicepresidente estadounidense JoeBiden, al menos en este caso específico, tal como advertimos, se las ha llevado el viento.
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2014-07-02 01:59:43
