Por Manuel Hernández Villeta
La iglesia católica es de las pocas instituciones fuertes que le quedan al país. Asimismo las otras iglesias, que aunque son minúsculas en fieles representan una presencia activa e importante en la sociedad dominicana.
Empero, las sectas religiosas evangélicas y protestantes tienen su principal detenedor del crecimiento, en sus querellas internas. Todas son enemigas entre si, y cada iglesia es un cuerpo no comunicante con otras. Sin unidad no hay fuerzas.
De todos modos es un problema doctrinario. Cada una ve y lee los evangelios a su entender y tradición. Su mayor pecado, porque la indiferencia es un pecado, es tratar únicamente los problemas del descanso eterno, y no ir a los dolores de la vida diaria.
La Iglesia Católica, en su categoría de religión mayoritaria, es un poder institucional. Se favorece, entre otras cosas, del concordato, que es un adefesio que hace muchos años tenía que haber desaparecido. En la tierra y ante Dios todos son iguales.
La iglesia dominicana de hoy sufre los problemas de curas irresponsables, acusados de pederastía, de tener hijos, y de una jerarquía topodorosa y apabullante, donde sólo hablan ellos y siempre tienen razón.
Hay curas que llevan adelante programas sociales, aún y no contando con el favor y respaldo de la jerarquía. Demás está señalar la labor con dominicanos y refugiados que se lleva a cabo en la zona fronteriza.
Pero la cúpula en ocasiones toma banderías partidistas o hace señalamientos que pueden ser temerarios. El Cardenal fija la posición de la Iglesia, pero cada obispo dice sus sermones en forma independiente. Hay choques internos, que en la mayor parte de las ocasiones se arreglan por consenso, o silencio para los que son castigados.
En estos últimos días surgieron posiciones encontradas sobre el caso de Loma Mirando y su convertidibilidad en Parque Nacional. El Cardenal respaldó la posición del Presidente Danilo Medina de observar la ley, y devolver al Senado.
Otros obispos mantienen posiciones de enfrentamiento y señalan que Loma Miranda debe ser Parque Nacional. Pero en ese concierto, lleva la voz en alto el Padre Rogelio Cruz, quien en la euforia se ha tornado irrespetuoso e indiscipinado.
El que pertenece a una institución, partido, grupos religioso o sector de masas, tiene que ser respetuoso de las ideas, y exigir el derecho a que le dejen expresar las suyas. El Padre Rogelio acostumbra irrespetar a los que no estan con él, y esa iracundia viniendo de un sacerdote, es fatal.
Estoy, comparto y soy solidario, con la mayor parte de los pronunciamientos que sobre la situación nacional hace el padre Rogelio, pero creo que se debe someter a la razón y dejar de ser irrespetuoso con las personas, grupos, autoridades o religiosos que no tienen su misma forma de ver los hechos.
Para que las ideas se comprendan y se asimilen, lo primero es que el exponente sea respetuoso y disciplinado. Sino lo que dice se irá al zafacón.
2014-09-10 03:11:07
