Los grupos minúsculos («dos o tres gatos» dicen que son) a quienes parece darles razón de ser y/o divertirles(¿y quién sabe si les deja dividendo$?) eso de montar «protestas» de escasa asistencia contra y por lo que sea, se les salió el tiro por la culata el pasado miércoles porque los del entorno del presidente Leonel Fernández se apegaron fielmente a la expresión aquella del presidente Juan Bosch que reza «el que me engaña una vez, sinvergüenza es, y si me engaña dos, sinvergüenza yo». Creyeron que iban a tomar desprevenidos nuevamente, como lo hicieron en Nueva York, a los que siguen a Leonel y tenían todo preparado para poner 25 o 50 personas con pancartas de rechazo frente al lugar donde el líder del PLD sostuvo un exitoso encuentro con empresarios, pero olvidaron que «guerra avisada no mata soldados», además de que pese a que Cheché Luna no está ya en el mundo de los vivos, en el partido morado hay quienes recogieron su herencia y efectividad para enfrentar disidencias. Fue tal la eficacia del llamado orgánico a los compañeritos de las bases para que acudieran a respaldar a su líder que los que iban a protestar ni siquiera se asomaron por la zona aunque su estructura mediática estaba lista para dimensionar «la protesta», con mecanismos de utilización masiva rápída de las redes sociales incluidas, y tuvieron que quedarse con el moño hecho, porque no se esperaban la aplicación de su misma medicina. Me cuenta uno que estaba cerca por allí que una compañerita regordeta de un intermedio de Canta la Rana, un barrio de Los Alcarrizos, no se cansaba de pasearse de un lado a otro repitiendo: «¡Eto no é Nueva Yol; aquí lo picamo!». Más que palabras hubo…
Ya son 60
Ayer arribé a los 60 años de edad con la envidiable satisfacción de recibir la reiteración de afectos y cariño de los míos, y con mi firme decisión de mantenerme en la línea personal y profesional de defensa del interés colectivo por encima de cualquier otro. Gracias a todos los que me hicieron llegar congratulaciones…
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2014-11-07 04:15:26