Pese a que los empleados de Bienes Nacionales son conminados a firmar «voluntariamente» un documento en blanco pero que se sospecha es una declaración de apoyo a la gestión del director para que siga en el puesto, me cuentan que muchas cosas han ido hacia atrás allí, algo parecido a caminar como el cangrejo. Algunos proyectos, como el de titulación, iniciado con mucho entusiasmo, transitaban ya los caminos cibernéticos de la digitación y han vuelto a lo manual, lo que facilita en mucho el tráfico de influencias y los manejos raros. Los que le están dando seguimiento a la gestión actual en la entidad, buscando y encontrando, aseguran que se han hecho descargos en subastas que no llegan al almacén, desviándose en el camino, razón que tendrían los jefecitos de esa dependencia para buscar la pronta realización de una subasta que supuestamente les serviría para tapar algunos lunares y que todo siga …su agitado curso. Esa subasta está aún en veremos porque desde el ministerio de Hacienda como que le han cogido las señas a la maniobra y no le han dado luz verde. El ministro Simón Lizardo, un funcionario comedido y prudente, tiene un equipo técnico revisando lo que muchos entienden como triquiñuelas antes de dar su visto bueno a que siga el entierro, según los informes. Mientras, la ballena coletea y coletea sabiendo lo que está cerca…
¡Hey, hey..!
Mi fiel lector Carlos Valerio me escribe desde Sabaneta. Lean ahí: «Eso que haz develado de la fábrica de explosivos que quiere montar la Barrick es de más cuidado de lo que piensas. Por si está en tu olvido te recuerdo que los atentados de Pablo Escobar en Colombia comenzaron con carros bombas armados con dinamita robada de minas, el atentado contra el Metro de Madrid fue hecho con explosivos sustraídos de recintos mineros y mucho de lo que hacen las guerrillas de las FARC se orquesta de la misma forma, de acuerdo con las investigaciones pertinentes». ¡Hey, hey, hey..!
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2014-12-01 01:51:16