Opiniones

A Pleno Sol Hora de meditar

Por Manuel Hernández Villeta

La recta final de este año debe servir para la meditación. Todo se va a quedar a medio camino. Los problemas centrales de un país no acaban ni terminan en un año. Por el contrario, únicamente se da el paso inicial, y la marcha debe continuar.

A grandes rasgos se puede decir que fue un año congelado. Pocos pasos hacia el desarrollo, y más bien una lucha constante por mantener el trillo actual. La crisis económica se siente, a pesar de que para algunos sectores empresariales han sido doce meses magníficos.

Para hacer un balance de fin de año, en lo económico, lo social y lo político, siempre hay problemas e inconvenientes. Se debe utilizar el bisturí de un cirujano altamente calificado. Ya no es posible hacer balances generales, porque la sociedad está segmentada, aunque la llamada clase media terminó proletarizándose o pasando a los desempleados y trabajadores ocasionales.

Hay empleados y desempleados, pobres y ricos, indigentes y busca-vidas, y todos accionan en la vida social, por consiguiente, las soluciones a los problemas nacionales tienen que ser múltiples, y satisfaciendo las necesidades de cada sector en particular.

Los balances del Banco Central presentan un panorama esperanzador, pero cuando se va a los barrios marginados y se ve el hambre y la miseria, muchos temen que todo esté perdido. Es una distribución desigual de las oportunidades y de las riquezas que está presente en toda sociedad sub-desarrollada que sigue patrones de consumo imitando a las naciones desarrolladas.

Un tema siempre que es de alta preocupación es la seguridad pública en las Navidades. Se mueve una gran cantidad de dinero, y siempre las masas están dispuestas a gastarlo, por lo que se teme que la crónica roja presente nuevos casos de robos y de atracos.

Hay que organizar una vigilancia extrema, tomando en cuenta que la seguridad no es para temor de los ciudadanos, sino para protegerlos. A veces se confunde la seguridad con el terror, y son dos cosas diferentes. Cuando la seguridad no da confianza, es un fracaso.

La Policía anunció un buen programa de protección, que tratará de prevenir los robos y actos de violencia. La familia dominicana lo que necesita es tranquilidad, paz y poder disfrutar de días de descanso en esta etapa final de año.

A pesar de esa dolorosa distribución desigual de las riquezas, el momento debe ser de paz y tranquilidad.

2014-12-02 00:23:56