EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla
Por su incuestionable trascendencia la noticia principal del día en el plano internacional es la del sorpresivo acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, que marca un nuevo giro en las tensas relaciones sostenidas a lo largo de más de medio siglo.
Si bien es cierto que desde hace tiempo venían produciéndose intentos de aproximación, más por vía de empresarios norteamericanos y cubanos emigrados que integrados en grupos de presión habían estado tratando de influir en el ánimo de la Casa Blanca y del Congreso Estadounidense para introducir cambios en la política hacia el régimen castrista, no había todavía evidencias concretas que hicieran presumir este inesperado cambio de políticas por parte de Washington y La Habana.
Obvio que una decisión de esta naturaleza tiene que haber sido el fruto de largas y delicadas negociaciones entre funcionarios de ambos gobiernos. Como también la ocasión escogida de las tradicionales fechas navideñas para materializar los primeros pasos en esa dirección, que devolvió a los Estados Unidos a Alan Gross, después de cinco años de encierro carcelario y a un militar estadounidense también cautivo, que hasta ahora no había sido mencionado intercambiados por los tres espías cubanos que aún guardaban prisión en distintas cárceles estadounidenses.
Es la primera expresión material del acuerdo a que se ha llegado, que aún cuando todavía en un plano especulativo, se ha filtrado incluye la reapertura de las interrumpidas relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos; facilidades para que los ciudadanos norteamericanos puedan visitar Cuba en calidad de turistas;ampliación significativa de la suma que los cubanos de la emigración pueden enviar a Cuba como remesas familiares; mayor intercambio comercial hasta ahora limitado a la venta de medicamentos y productos agrícolas estadounidenses para suplir el grave faltante de la canasta alimentaria cubana.
Eventualmente, se llegaría al levantamiento del embargo comercial que los Estados Unidos han mantenido sobre Cuba todos estos años como respuesta a la nacionalización de las propiedades norteamericanas en la isla, a comienzos de la Revolución sin el pago de las correspondientes indemnizaciones, lo cual supondría también un acuerdo de compensación por parte del gobierno cubano.
El tema de los derechos humanos y una posible apertura democrática que permita la libertad de expresión, la constitución de partidos, el pluralismo político y la celebración de elecciones han quedado al margen. Visto desde fuera con óptica realista, no luce que cambios de esa envergadura puedan tener lugar en un futuro inmediato ni que Raúl Castro esté en capacidad de promoverlos.
Las dosificadas informaciones que han salido hasta ahora a la luz pública dan cuenta de que el Vaticano sirvió de intermediario en las negociaciones. Ya antes, a través de la jerarquía eclesial cubana,había tenido un papel de gran significación, compartido con el gobierno español, en la liberación de los 75 disidentes condenados a más de mil cuatrocientos años de prisión, la mayoría de los cuales salieron al exterior.
La confirmación de esta intervención de la cúpula vaticana, reforzaría el papel estelar que ha venido desempeñando la Iglesia Católica durante todo este largo proceso, donde ha ido recuperando espacios de influencia creciente y cobrando notable fuerza militante. De hecho, es la única entidad organizada que existe a lo interno de la isla fuera del Partido Comunista en el poder. La disidencia, está representada por grupos que si bien cada vez más numerosos, son mantenidos dispersos e impedidos de integrarse por parte del gobierno.
Si bien ya Cuba no incide en la política internacional como ocurrió en el pasado, cuando era prácticamente el caballo de batalla en el Tercer Mundo de la fenecida Unión Soviética, no puede ignorarse la importancia mediática y política de este sorpresivo acercamiento. De esperar que los próximos días vayamos descubriendo nuevos aspectos del alcance de las conversaciones y acuerdos entre ambos gobiernos, lo que sin dudas concitará un amplio interés informativo.
Al margen, es de desear que este paso que marca un cambio drástico en la política seguida por ambos gobiernos resulte en bien del sufrido pueblo cubano, sometido por más de medio siglo a la más larga dictadura que registra la historia de nuestro continente. Algo que solo el tiempo dirá.
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2014-12-18 23:24:42
