Opiniones

¿NO SE ENTENDIERON PROGRAMAS SEGURIDAD CIUDADANA?

Por Franklin Almeyda Rancier

La prensa recoge el reclamo de dirigentes comunitarios para que se celebre la cena de navidad que en cada barrio se organiza como parte del programa «Barrio Seguro».

Esa cena se montaba en las calles de más de cien de los principales barrios excluidos. Ordenadamente con mesas para cada familia y estaciones de servirse los alimentos, participan miles de familias por el total de los barrios. El Presidente Dr. Leonel Fernández cenaba con un barrio diferente cada año.

Además de confraternizar y hacer sentir la presencia del Estado en esas poblaciones excluidas, los moradores recuperaban su dominio sobre el espacio social y físico de cada lugar, desplazando a los violentos de la hegemonía barrial.

«Barrio Seguro» es un programa marca país, valorado, previa evaluación, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se trata de incluir socialmente a esa población. Se realizó además, un ensayo exitoso y aún vigente construyendo para 48 familias la Villa de la Seguridad Ciudadana en La Ermita, Tamboril, municipio de Santiago, y en El Higüero, Santo Domingo Norte para 150 familias.

Ahora en diciembre AMET anunció el uso de los alcoholímetros para medir la ingesta de alcohol en los conductores. Parece que AMET no se había atrevido a usarlos por el ruido que algunos sectores políticos (entre ellos los borrachos) clamaban ¿»Franklin y dónde están los alcoholímetros»? .

Algo parecido sucedió con las motocicletas Harley Davison, las cuales se destinaron a las autopistas principales, y aún están ahí, para evitar asaltos de ladrones a los camiones cargados de mercancías. Cuando cesaron esos asaltos se mantuvo el programa a cargo siempre de AMET e inspectores del Ministerio de Interior para darle asistencia en carretera a los conductores con fallas mecánicas, combustibles o accidentes; ese programa lo ha asumido el Ministerio de Obras Públicas violentando competencias institucionales. Esos motores son inconfundibles como policiales, sin poderlos usar en otras labores no policiales.

Diciembre ha sido el mes de uso y abuso de los fuegos artificiales, para regularlo se creó el programa Control de Fuegos Artificiales (COFA), sustentado en una ley aprobada para esos fines por el Congreso Nacional. Ese programa se ha dejado caer con las consecuencias que provoca en la población infantil.

Las regulaciones del consumo de alcohol va relacionada con el horario de expendio en los establecimientos de diversión. En diciembre se levantan esas limitaciones de horarios por diez días, para los días de Navidad. Pero el expendio se controla, no por ley seca, sino para evitar hechos violentos. En estas fechas se logra con mayor cantidad de agentes policiales en labor de patrullaje y prevención.

«Barrio Seguro» y el Plan de Seguridad Ciudadana no fracasó, lo dejaron caer por incomprensión y conflictos de intereses.

Los barrios y sus moradores se utilizaban por partidos de izquierda y sectores políticos adversos para crear ingobernabilidad con protestas y enfrentamientos con la PN; los narcotraficantes, a su vez, lo controlan para distribuir drogas, y logran que respondan a ellos sustituyendo el papel del Estado.

En otra entrega hablaremos del papel de la PN. Vale por el momento decir que es evidente que se buscara desanimar la importancia de esos programas, en especial «Barrio Seguro», por no quererlo esos sectores señalados y otros por no entenderlo.

El autor es miembro del CP del PLD, ex Ministro de Interior y ex Rector de la UASD.

2014-12-29 02:42:50