EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla
Antes fue Jacqueline Malagón, ex Secretaria de Educación durante el gobierno del doctor Joaquín Balaguer y bajo cuya gestión se desarrolló buena parte del Primer Plan Decenal, cuando acogimos, comentamos y apoyamos su enfática declaración llamando a la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) a fortalecer la reivindicación pedagógica de sus miembros al tiempo de no brindar protección a maestros que no hayan superado las pruebas de evaluación y tengan que ser extrañados del sistema debido a sus deficiencias.
Ahora toca el turno a otra experimentada profesional de la docencia, también ex ocupante de la cartera educativa. Se trata de la licenciada Ivelisse Prats de Pérez, quien orienta sus declaraciones sobre el tema en la misma dirección, entendiendo al igual que la Malagón que quien no esté capacitado para impartir enseñanza no puede ser mantenido dentro del cuerpo docente, al tiempo de demandar del gremio magisterial prestar mayor atención a la adecuada preparación de los maestros.
Todos recibimos con beneplácito y aplaudimos la decisión del Presidente Danilo Medina de darle vigencia efectiva a la ley que dispone la destinación del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto a la educación. Pero ese significativo aporte, que ha representado un gran esfuerzo presupuestario y sacrificio para otras partidas del mismo que han debido ser rebajadas sustancialmente, tiene un propósito y está en función del mismo: lograr una educación de calidad. Y esto solo será posible si disponemos de maestros que sean verdaderos educadores. Que dispongan de los conocimientos necesarios, la vocación de servicio y la capacidad docente para cumplir ese cometido.
No nos cansaremos de repetir que los buenos alumnos los hacen los buenos maestros. Para lograr una educación de calidad es preciso que también dispongamos de maestros de calidad. Maestros que sean líderes en sus aulas, que dispongan de la necesaria autoridad y respaldo para establecer y hacer respetar las normas básicas de disciplina. Que se den a respetar no solo por sus conocimientos sino por su comportamiento.
Tal como hemos venido señalando de manera reiterada, quien no reúna estos requisitos, equivocó su profesión o recibió su título sin merecerlo. Y si no está apto para impartir una enseñanza de calidad, tiene que ser extrañado del sistema sin remedio. Jacqueline e Ivelisse tienen sobrada razón. Aquí no pueden ni deben funcionar el compadrazgo ni el clásico y abusado «padrefamilismo». Y la ADP, por falso espíritu gremial, no debe hacerse cómplice de ello. La propia María Teresa Cabrera, de largo historial adepeista, coincide en buena medida.
Si hay dos servicios fundamentales en que se asienta la labor del Estado son la educación y la salud. Imposible permitir que se juegue con ambos bajo ninguna circunstancia ni excusa. En este sentido no puede haber márgenes de tolerancia ni permisividad. De por medio cuenta el interés público como valor primordial.
El gobierno del Presidente Danilo Medina se ha caracterizado sobre todo por el interés puesto en la educación. La aplicación del cuatro por ciento, el programa de Alfabetización, la construcción masiva de escuelas, la tanda extendida, los centros infantiles son sobrada evidencia de ello. Sería injusto y mezquino negarle que aún cuando todavía falta un buen trecho por recorrer, se han dado pasos significativos de avance en esa dirección.
El Pacto por la Educación no puede quedar reducido a simple retórica para consumo engañoso de los medios de comunicación y la ciudadanía, sino un compromiso firme de nación y de pueblo, con el maestro como principal protagonista y eje alrededor del cual gire el esfuerzo común del Estado, la sociedad y los padres de los alumnos por lograr la meta aspirada y necesaria de una educación de calidad. Un maestro bien retribuido y bien considerado pero no por imposición gremial, sino por sus valores como docente y como ciudadano. Formador y referente. Forjador y ejemplo. Trabajar para lograrlo es la meta que también debe imponerse la ADP por su propio prestigio y su compromiso con la educación y la nación.
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2015-01-02 21:32:06