Con la apertura del local del Sector Externo con Leonel (SEL) comenzó a brillar de nuevo la estrella política de Luis Toral, a quien hasta sus más acérrimos adversarios le reconocen dotes de extraordinario trabajador político, de gran armador, de buen organizador. Toral es de los dirigentes «que no tiene hiel para trabajar», como dice el pueblo llano, y que poco le importa tener una reunión en la mañana, tempranito, en Higuey, otra poco después del mediodía en la capital y una en la noche en Barahona, comprometido a encontrarse a media mañana del día siguiente en San Francisco de Macorís con líderes de la región Nordeste, y agendar otra actividad similar al caer la tarde en Santiago, y así sucesivamente. En eso, Luis es una hormiguita. Muy buena adquisición para la causa leonelista…
¿Lo dudan?
Con el arranque del SEL el que tenga dudas de que el presidente Leonel Fernández vuelve tras la banda aquella, ¡qué termine de despertar! Esa expectativa que ha sabido magistralmente mantener el líder peledeísta sobre si irá o no irá por la nominación presidencial para 2016 no ha hecho más que insuflar mayores bríos a los que trabajan para que El Príncipe retorne a la arena en procura de una cuarta postulación. Además, si hasta ahora le está saliendo bien, ¿para qué va a modificar su estrategia?, como diría un docto teórico de la vieja mata de limoncillo del patio de la Casa Nacional del PLD…
Curando heridas
En los partidos políticos, específicamente en sus equipos de campaña, siempre hay dirigentes cuyo trabajo focal es el de «recoger los heridos». Son los que se encargan de «pasar la mano» a los que quedan disgustados, de recuperar a los que son buenos en el trabajo de campo pero se arriman al árbol equivocado y tras los resultados internos se quedan rezagados, en fin, de curar las heridas que deja la confrontación interna para que la marcha por el triunfo electoral sea una labor de todos. Ya esos muchachos están trabajando…
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2015-01-19 00:28:14