Opiniones

A Pleno Sol La izquierda sueña

Por Manuel Hernández Villeta

La neo-izquierda dominicana no tiene presente. Su pasado fue de gloria, pero se esfumó. Queda sólo el hoy, como preparador del futuro. Los pasos certeros de este momento, pueden llevar a un fortalecimiento de lo que podría ser la nueva camada de los grupos progresistas dominicanos.

Lo primero es que comprendan que nada tienen que ganar con los partidos del sistema. De una forma u otra, todos tienen su parte de responsabilidad en la crisis del presente, en lo económico, lo social y lo político.

Buscar un amigo preferido para las alianzas, es sencillamente dar un paso en falso. Hay que trazar un camino vecinal de nueva ruta para los sectores progresistas, y nunca esa senda va por el devenir de los tres grandes partidos dominicanos.

El papel de la izquierda de nuevo cuño tiene que ser prepararse a largo plazo para una opción electoral. Para estas venideras elecciones no hay un proyecto sólido como para impulsar un candidato ganador, pero se pueden dar pasos precisos.

Ahora bien, una alianza con partidos del sistema, aunque se vistan de opositores, sería el aniquilamiento de lo que se ve como el renacer de las izquierdas dominicanas. En esa alianza lo único que buscarian sería empleos para los líderes. No se propiciaría ningún cambio mínimo en las ejecuciones del Estado.

Si los dirigentes de esta nueva izquierda venden su futuro ante la posibilidad de una alianza que les asegure un empleo, demostrarán que son falsos políticos y que no tienen diferencias con los hombres que hacen el partidismo en forma tradicional y unipersonal.

Las alianzas con partidos mayoritarios no es un crimen, pero no es la mejor forma de ir orientando una fórmula de gobierno que plantee ampliar transformaciones sociales para el país.

El gran pecado de la vieja izquierda fue en su primera parte, el fanatismo, el grupismo, la sinrazón, el copiar modelos ajenos, el pensar que la revolución estaba tocando las puertas, por esa razón se quedó a mitad del camino, vendiendo su prestigio por un cargo en el Congreso o un empleo en la administración pública.

La lucha tiene que ser por reinvindicaciones sociales profundas, más empleo, mejores servicios de salud, educación para todos, justicia social, y eso no se puede lograr cuando sólo se busca una migaja del poder. Para que haya futuro para esa neo-izquierda, tiene que saber caminar en el presente y comprender que es su momento de organización y planificación, no de alianzas vestidas con el tufo de conseguir un tragó del brindis del triunfo.

2015-05-13 02:20:10