EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla
Oportunas y merecedoras de ser tomadas con la seriedad y urgencia que ameritan, las inquietudes externadas por el licenciado Campos de Moya, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, sobre la fuerte declinación de las exportaciones nacionales no mineras desde el 2012 a la fecha.
Durante ese tiempo, enfatiza el dirigente empresarial, las mismas han caído en nada menos que un veinte por ciento. Más claro: de cada cinco dólares que recibíamos hasta entonces por la venta de nuestros productos al exterior, excluida la minería, hemos dejado de percibir un dólar y ahora solo recibimos cuatro. Es una pérdida bien significativa y da la impresión de que no estamos prestando la debida atención a tan preocupante resultado.
Refiriendo esa situación al presente año, el presidente de los industriales señala que de acuerdo a los reportes del Banco Central sobre el comportamiento de la economía en el primer trimestre, las exportaciones disminuyeron un cinco por ciento en relación con igual período del 2014. Un dato poco alentador: Es la caída más significativa en un trimestre durante los últimos cinco años y el tercer trimestre consecutivo en que decaen.
Campos de Moya señala que el descenso de precios de algunos de nuestros renglones exportable, ha contribuido en cierta medida a la baja. Pero advierte que la entidad que preside considera que el problema principal reside en que todavía el país no ha logrado encontrar la ruta que permita garantizar un crecimiento sostenido de nuestro comercio de exportación, tanto en términos de volumen como de valor.
¿Qué estamos haciendo mal que el aparato productivo nacional todavía no acaba de estabilizar un crecimiento sostenido de nuestras exportaciones?, pregunta el timonel del sector industrial y a continuación… ¿Cuáles son las implicaciones económicas y sociales de las políticas productivas que estamos implementando? ¿Cuáles son las áreas que como empresas y como gobierno, deberíamos consensuar e impulsar sin mayor dilación para que nuestra reacción ante la situación sea tan contundente que podaos revertirla y tomar el camino del crecimiento?
Es evidente que esta clarinada de alerta conlleva no solo un mensaje de apremio sobre la imperiosa necesidad, que hemos señalado tantas veces, de que el gobierno y el empresariado están impuestos a elaborar una estrategia de crecimiento de nuestra capacidad y diversidad productiva, con énfasis en el incremento sostenido y sustentable de nuestras exportaciones.
Nada más cierto que la unidad hace la fuerza. Y en este caso, la suma de facilidades que aporten las autoridades para incentivar el emprendedurismo y la inversión y la abierta disposición del empresariado a compartir con el gobierno la ejecución de un programa de común compromiso y colaboración, resulta esencial para lograr una economía fuerte y estable como base para propiia un mejor futuro para el país y un mayor bienestar colectivo.
Para lograrlo basta con aplicar la consigna que ha popularizado la presente administración: ¡Manos a la obra¡
(teledebate@hotmail.com).
2015-06-02 12:28:46