Rafael Leónidas Trujillo Molina
SANTO DOMINGO, el 13 de octubre de 1930, seguidores del
Presidente Rafael Leónidas Trujillo Molina, dieron los primeros pasos con el propósito de crear un partido único en torno a la figura del Jefe del Estado que aún no había cumplido dos meses en el poder.
El 13 de octubre de 1930, la “Coalición Patriótica de Ciudadanos”, que controlaban seguidores de Trujillo que lo habían apoyado para que llegara a la Presidencia de la República, envió una circular a todos sus organismos en la que les expresó “el patriótico propósito” de hacer realidad la fusión de todos los partidos políticos en una sola entidad “bajo la jefatura de Trujillo”.
De esa manera, comenzó todo un movimiento que culminó con la creación de la maquinaria trujillista que luego fundaría el Partido Dominicano.
La colectividad política quedó constituida menos de un año después del 13 de octubre, el 16 de agosto de 1931.
En un acto encabezado por Trujillo, el 16 de agosto de 1931, se llevó a cabo a partir de las 8 de la noche, en el Teatro Capitolio, la Asamblea Nacional de los delegados del nuevo partido. Los presentes aprobaron bautizar la nueva organización con el nombre de Partido Dominicano.
El historiador Ramón Marrero Aristy, al referirse a la asamblea que fundó el Partido Dominicano, precisa:
“El Presidente Trujillo, como Jefe Supremo del nuevo Partido, pronunció esa noche el discurso fundamental, pleno de la nueva filosofía política que había sustituido los viejos módulos del caudillismo”.
Trujillo Molina dijo que con la constitución del Partido Dominicano se puso la primera piedra para reconstruir el edificio de la nacionalidad antes de que se nos venga encima rotas sus bases por el peso abrumador de la desorganización política”.
El Presidente Trujillo, que cumplía su primer año en el poder, terminó su discurso con las siguientes frases:
“Dejo, pues constituido el partido, y termino mis palabras de esta noche, con una declaración que se oiga por todos los dominicanos:
“Mientras ocupe la Primera Magistratura del Estado, gobernaré con los hombres del Partido, y cuando por cualquier adversidad del destino el Partido no llegue a ser, como lo he soñado, la mayor suma de voluntades interesadas en la obra restauradora del Gobierno, gobernaré con aquellos hombres que hayan permanecido fieles al ideal de gobierno que he querido poner en este día al amparo de todos los dominicanos.
En opinión de Ramón Marrero Aristy:
“En esa forma nació el Partido Dominicano, primera agrupación política en nuestra historia que ha servido con eficacia los altos intereses de la patria”.
A su juicio, El nuevo Partido sirvió para allanar el camino de la colaboración con el Gobierno a muchos dominicanos representativos.