Opiniones

EL TIRO RÁPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

Por màs que dicho, repetido y sabido hay que seguir insistiendo en el punto hasta ver si cala en la conciencia colectiva: la principal causa de muerte violenta en el paìs, desde hace décadas, son los accidentes de trànsito.

Cada año, cientos de personas pierden la vida en el mismo momento de producirse el hecho.  Pero un nùmero posiblemente mayor de heridos que es llevado a los  hospitales, de preferencia el Darìo Contreras, fallece posteriormente debido a la gravedad de sus lesiones.  El resultado final es miles de muertes cada año que, ni por su cantidad ni por la forma trágica en que pierden la vida, parecen quebrar la indiferencia con que la mayoria de nuestra sociedad enfrenta esta penosa realidad.

No es el ùnico costo.  Muchos otros involucrados en accidentes vehiculares, si bien conservan la vida se ven obligados a arrastrar limitaciones, a veces invalidantes, por todo el resto de ella debido a esa razòn. 

¿Es que los dominicanos no sabemos conducir?  No, precisamente.  Màs bien se trata de que con demasiada frecuencia ignoramos las normas del trànsito o que las violentamos   con  olímpico desprecio para la seguridad propia y ajena.  La conclusión se ve fuertemente avalada por los hechos.  Veamos algunos datos.

En dìas recientes, agentes de la AMET realizaron un ejercicio de comprobación muy revelador en varias de las principales intersecciones de la capital.  El tiempo utilizado fue de dos  horas y media. Durante ese tiempo confirmaron nada menos que 629 violaciones a la luz roja de los correspondientes semáforos.

Otros datos interesantes en este sentido los aporta el semanario Clave en su ùltima edición, Tan solo el pasado año, nada menos que 511 mil 588 conductores fueron sancionados por obstrucción del trànsito.  Esta dicho sea de paso, es la infracción màs frecuente que aparece en los registros de AMET.  Otros 32 mil 958 resultaron multados por hablar por el celular mientras conducían sus respectivos vehículos. 

Vale significar en este ùltimo caso, al menos, que esa cantidad de personas sometidas por este tipo de falta es apenas una pequeña proporción de quienes,  pese a existir una ley que lo prohibe y al probado riesgo que entraña, persisten en hacer uso del teléfono móvil con su vehìculo en movimiento, aùn en la coyuntura de tener que hacer una maniobra de mayor cuidado como es el rebase o el doblar de una calle secundaria hacia una avenida donde fluye una gran cantidad de trànsito.

Sobre los problemas de trànsito se han celebrado dos Seminarios Nacionales. El primero de ellos, hace ya varios lustros, fue promovido de conjunto por el noticiario Radio Reporte,  de La Voz del Trópico, entonces bajo nuestra dirección, y El Nacional de Ahora, que por esa època era de la propiedad y estaba al cuidado de Rafael Molina Morillo.  Posteriormente, ya en fecha màs reciente, se efectuò un segundo evento, fomentado por el colega Bonaparte Gautreaux Piñeiro.  Tanto en un caso como en el otro se hicieron aportes muy interesantes y se adoptaron medidas encaminadas a reducir los accidentes y hacer màs seguro el trànsito vehicular.

Desde entonces se ha modificado la legislación sobre el trànsito con penalidades màs severas.   Se han incrementado las multas; en el caso de llevarse la luz roja de 25 a entre 500 y 800 pesos, de acuerdo al criterio del juez.  Se han promovido campañas de manejo seguro. Se montan costosos operativos especiales de seguridad y auxilio en Semana Santa y el feriado navideño.  Pero nada de todo esto parece hacer mella en quienes se obstinan una y otra vez,  en desconocer las normas del trànsito y violar de continuo la ley,  con grave riesgo para su vida y para la vida de otros.

¿Se lograrà algún dìa modificar la inconducta de tantos choferes irresponsables y reducir el nùmero de accidentes?  Es lo deseable,aunque ahora mismo no aparece ninguna fòrmula a la vista que pueda garantizarlo.

Mientras tanto, parecerìa que solo nos queda invocar cada dìa la protecciòn de la Altagracia al momento de lanzarnos a la aventura de las vìas pùblicas y al final de la jornada, después de haber sorteado los peligros de un trànsito homicida y pasado varios sustos, dar gracias al Altísimo por el casi milagro de poder regresar sanos y salvos a nuestros hogares.

2008-04-07 14:43:16