Palabras de Dr. Luís Scheker Ortíz en ocasión del Acto- Panel sobre el libro “Crimen y Poder” realizado el 6 de junio del 2008 el paraninfo José Cordero Michel de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
MI TRIBUTO A NARCISO
Más de 50 años de amistad fraterna pueden traicionar la memoria, pero no los sentimientos. Habrán datos que se te escapen, momentos o situaciones que se te olviden o confundan, pero el sentimiento de amistad, de fraternidad y de mutuo respeto que se anidó en el alma del adolescente y se fortaleció con el discurrir del tiempo, eso queda. Más aún, se ennoblece, se hace perenne, parte sustancial de ti mismo, como si te llegara de repente aquel verso de Martí: “Quien quiere a Cuba, me quiere a mí”…
No pretendo ser tan pretencioso como para acaparar o apoderarme de una amistad y de un cariño que no siendo exclusivo de nadie, se nos ha entregado a todos por igual, porque su entrega generosa ha sido gesto de absoluto desprendimiento, teniendo solo por norte los valores humanos y los principios éticos que le dan significación a nuestro paso por la vida, sin aquellos distingos de condición social o económica que dolorosamente dividen la sociedad entre ricos y pobres, marginados y privilegiados, de cuna o fortuna, y separa, egoístamente, a los individuos que la conforman.
Me ocurre eso con la familia Isa Conde, particularmente, hogar que conocí cuando venida de Puerto Plata y San Francisco de Macorís se estableció en la calle Santo Tomás de Aquino, en la zona universitaria, a finales de los años 50 del pasado siglo. Con esta familia tuve la dicha de tratar y de ser tratado como un miembro más, muy querido, gracias a la bondad de sus progenitores. Don Aris Isa, de ascendencia libanesa, hombre callado, casi taciturno, humilde y sencillo pero de una amabilidad tan plena y conmovedora que le bastaba una breve sonrisa para hacerse querer y ser querido; y Doña Chelito, Mercedes Conde Pausas, nacida en San Francisco de Macorís, que se hizo ingeniera arquitecta ya casada, siendo compañera de estudio de una mujer tan integra como valerosa, Tomasina- Sina – Cabral, a quien nunca se le reconocerá bastante el ejemplo de valor demostrado en las ergástulas del trujillato decadente, y que la hiciera sin quererlo émula de la mujer espartana. En ese hogar tuvo acogida y se albergó Minerva Mirabal, y tambien su hermana María Teresa, al comienzo de su vida universitaria, infatigable perseguidora de estrellas, en su noble misión redentora, dotada de la inteligencia, el coraje y capacidad de sacrificio que hace a los pueblos libres y colocan a sus mártires entre los inmortales de la Patria.
De ese hogar ejemplarizador, abrevando de esos sublimes ejemplos, rodeados de afectos, vienen y se forman para la vida, Antonio Emilio, Tony, mi compañero de estudio desde las aulas lasallistas hasta el final de la carrera universitaria, de mente lúcida, y carácter decidido y emprendedor, y Narciso, Narcisín o Narso, el hijo menor, nacido bajo el signo del combatiente, del utopista irrenunciable, en cuya personalidad y carácter encajan perfectamente las palabras de José Ingenieros, cuando dice: “Es de pocos esa inquietud de perseguir ávidamente alguna quimera, venerando a filósofos, artistas , y pensadores que fundieron en síntesis suprema sus visiones del ser y de la eternidad volando mas allá de lo real. Los seres de su estirpe cuya imaginación se puebla de ideales y cuyo sentimiento polariza hacia ellos la personalidad entera, forman raza aparte en la humanidad, ellos son los idealistas.”
Como idealista, Narso inició sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina, los que cursó con notas brillantes, hasta que, mas fuerte que su pasión por curar enfermos, le dominó la hermosa pasión de luchar por mejorar la sociedad entera y cambiar, de ser preciso, el sistema de iniquidad que le aprisiona, liberándola de sus males atávicos, de la discriminación, los abusos, las injusticia y las crueldades humanas de los poderosos que deciden la suerte de los demás, le deciden para abandonar sus estudios y la vida útil pero sin peligros del galeno, para dedicarse de manera absoluta a la vida revolucionaria.
Siempre enarbolando los ideales y las causas que ennoblecen a los hombres y a los pueblos, afrontando todos los riesgo que la misión conlleva, no exento de errores propios de un duro aprendizaje, pero con absoluta convicción revolucionaria y sin flaquezas, hemos visto como aquella piel tersa, el pelo ensortijado, la figura juvenil ha envejecido lentamente, pero sin una sola mancha que doblegue su firmeza revolucionaria, que traicione sus ideales, que reniegue de la solidaridad de la lucha por los desposeídos y la verdadera libertad.
Desde temprana edad la lucha por el cambio para lo mejor fue su verdadera pasión: contra la dictadura de Trujillo, en los momentos de mayor peligro cuando los chacales enloquecidos por la inminente pérdida del poder y la decapitación del régimen, ensordecidos, sacaron a relucir su arsenal represivo de persecución, tortura y muerte; contra el sistema que continuó, con el breve periodo de relativa paz del Gobierno de Bosch, con el régimen del desventurado Triunvirato, producto del fatídico Golpe de Estado, y que se acentuó cuando, reducida la gloriosa epopeya de Abril, enfrentada a la odiosa intervención norteamericana por la sangre patriótica y el coraje de los combatientes, civiles y militares, constitucionalistas, iban sus ideas bajo la flamante insignia del Partido Comunista Dominicano, surgido del cambio de nombre y la renovación del Partido Socialista Popular, dispuestas a combatir el Gobierno títere de García Godoy que le daría paso a los doce luctuosos años del despotismo sangriento del Balaguerato, hasta nuestros días, donde la perversión de los valores, la corrupción rampante y la impunidad caracterizan la falsa democrática.
Narciso Isa Conde, Narcisín, Narso, ha sabido enfrentar tanto o mas que cualquier otro dirigente político esos males, tal como lo hizo con la cúpula militar y los estamentos de poder que dispuso de la valerosa vida del periodista y hermano en ideales revolucionarios Orlando Martínez Howley; y aquellos que, en sus ambiciones desmedidas y perversas, han mantenido a las grandes mayorías nacionales sumidas en la mas oprobiosa miseria. Heredero de la raza inmortal, ha defendido la soberanía de la patria contra el saqueo depredador de las grandes corporaciones multinacionales, aliadas al Imperialismo norteamericano.
Su internacionalismo revolucionario ha dicho presente y se ha plasmado con vigor en congresos, conferencias, manifestaciones y acciones concretas a favor de la auténtica liberación e independencia de los pueblos de América, y del resto del mundo, alcanzado entre sus grandes forjadores un grado singular de reconocimiento y solidez como combatiente y luchador revolucionario.
Caamañista, camarada y amigo de Fidel y del Che legendario, de Evo y de Chávez, del Sub-Comandante Marcos y de Tiro Fijo, del comandante Schafik Handal y el FMLN, de los Sandinistas, de las FARC y de los movimientos populares que se levantan por doquier contra la opresión y el terrorismo de Estado, en una lucha sin cuartel, infinita, del pastorcillo David contra el gigante Goliat, hasta alcanzar la redención, la verdadera Paz, la Libertad, la Justicia social y el respeto a la dignidad humana.
Pero la vida agónica, honesta, solidaria y humilde de Narciso discurre descubriéndose en ella a cada paso sus múltiples facetas que igual le llenan de gozo una noche de luna o un día campo o de playa compartido con los mas cercanos a su corazón y a su espíritu y que lo distinguen como un hombre de costumbres sencillas, honesto, humilde y solidario, amante de su familia, padre y esposo consecuente y dedicado; orador ardoroso y persuasivo, dueño de un discurso coherente y preciso; escritor de prosa clara y directa que se manifiesta en sus múltiples e enjundiosos ensayos, donde la critica sagaz y la denuncia corren parejas con la investigación y el mensaje de esperanza de cambio para lo mejor, sin faltarle a la lírica y el candor de la poesía sencilla como los versos de Martí, hermosa y tierna cuando entona en cálidos e ingenuos cantos el amor y la devoción para la esposa y compañera amada, como cuando inspirada en el dolor y los nobles sentimientos humanos se hace compromisario con el sufrimiento, la angustia y la esperanza de los pueblos.
Yo quisiera que este sentimiento emotivo de fraterna amistad que ofrezco como testimonio de lo vivido, no le resten fidelidad y objetividad a lo que expreso en este panel, que me enorgullece. No soy tampoco imparcial. Tomo partido, pero y sólo he querido resaltar la valía de un ser humano, para quien “nada humano le es ajeno” y que siendo aun adolescente labró su propio destino y se hizo hombre sin renunciar a sus sueños y quimeras, y que lejos de los temores y las amenazas que la prepotencia hegemónica de los adoradores del mal desatan por doquier, se levanta cada mañana con la frente erguida, consciente del peligro que acecha en cada instante sin llegar a entender, ellos, que las ideas no mueren ni se matan, y que la lucha no termina con balas, ni misiles ni cañones, ni torturas criminales, sino con la paz redentora de los que tienen sed de la justicia, y sufren sin que haya una sola razón moral que justifique todos sus padecimientos. Gracias.
2008-06-10 23:46:33