EL TIRO RÁPIDO
de
Mario Rivadulla
DEFINIENDO POSTURAS
Durante la pasada gestión de gobierno del presidente Leonel Fernández, no hubo prácticamente un solo foro internacional en que el mandatario dominicano no levantase la bandera de la necesaria ayuda a Haití por parte, sobre todo, de las naciones altamente desarrolladas y vinculadas a la historia del país vecino, como son Estados Unidos, Canadá y Francia. Esa misma práctica fue seguida por Hipólito Mejía en la pasada administración, y ha sido retomada ahora por Leonel Fernández en su presente mandato.
Durante todo este tiempo destacamos que ha sido esta constante en abogar por la causa del país vecino, uno de los pocos aspectos en que ha habido continuidad de política del Estado Dominicano. La misma debiera interpretarse como un hermoso gesto solidario hacia el país vecino, lo que por cierto, como también hemos significado en otras ocasiones, siempre ha sido silenciado por el grupo de ONG`s, que mantienen una sistemática campaña de descrédito contra el país, presentándonos como una sociedad discriminadora y un estado racista.
Sorpresivamente llega la insólita información de que el vocero que representa la corriente mayoritaria en el Congreso Haitiano, con insultante arrogancia, desautoriza al presidente Leonel Fernández por haber abogado a favor de Haití, en la recién concluida Cumbre convocada por la FAO y celebrada en Roma, para tratar sobre la crisis alimentaria mundial. Se recuerda que en ese evento, el mandatario dominicano calificó de extremadamente tímida la ayuda acordada de apenas 10 millones de dólares para conjurar el riesgo de inminente hambruna en el pueblo haitiano.
¿Qué ancestral y mezquino resentimiento puede haber alentado la postura asumida por el congresista haitiano al que hacemos referencia y cuyo nombre ni siquiera vale la pena mencionar para hacer tan infortunadas declaraciones?
¿Ignora acaso, que Haitì figura en estos momentos en una lista elaborada por la propia FAO de los 22 países del mundo que se encuentran en mayor riesgo de sufrir los efectos de una gran hambruna para los cuales se està reclamando urgente ayuda internacional?
¿Desconoce que hace apenas pocas semanas, miles de angustiados haitianos se lanzaron a las calles, reclamando alimentos y que como consecuencia de esa revuelta, el Primer Ministro de su gobierno tuvo que renunciar y esa posición aún permanece huérfana?
¿No se enteró acaso, de que el presidente Leonel Fernández fue escogido a unanimidad como Vicepresidente en la cumbre de la FAO para representar todos los países del Caribe y Latinoamérica, y fue en esa condición como vocero continental, que demandó mayor ayuda para Haití?
¿Es que no está enterado que de este lado de la frontera residen y conviven más de un millón de sus connacionales, que en caso contrario, de haber tenido que permanecer al otro lado de la isla, le agravarían a su gobierno la crisis económica, social y ahora también política que padece Haití?
¿Acaso no conoce el significado y alcance de la palabra solidaridad y del concepto de buena vecindad?
Leer las declaraciones que comentamos, produce profunda pena más que indignación. Pero también, motivan a preocupación dado que, como señalamos antes, quien las produjo representa la corriente mayoritaria en el Congreso del país vecino. Cabría entonces preguntar y preguntarse si sus declaraciones representan, en ese caso, la opinión de dicha mayoría. De ser así, se le crearía una situación muy incómoda al país para los futuros foros a los que asista volver hacer causa solidaria con Haití, a riesgo de pasar por la vergüenza de un desaire público.
Quizás sería conveniente que el gobierno dominicano, ya de manera formal, ya si se prefiere mediante una discreta gestión diplomática, auscultase la opinión del gobierno vecino, específicamente del presidente René García Prevál, a quien seguramente le corresponde, como es usual, la facultad constitucional privativa de trazar la política exterior de su país.
Porque con tantos problemas que nos agobian, lo que menos necesitamos es que el país vecino, con el que por mutua conveniencia debemos mantener las más cordiales relaciones, nos vaya a dar un portazo de ingratitud y desautorización en pleno rostro.
2008-06-19 00:03:58