Leonel: “Una mina de oro”
Por José Santana
New York. – Me crié con la sal en granos, el arroz “majao” a pilón con bija, el fogón de charamusca y el purgante de sen con cañafístula, para poder estar en condiciones optimas de ayudar a nuestro pueblo y a las generaciones futuras.
Nací en el siglo de la mal llamada “Guerra Fría”, hoy vivo en la misma Guerra y sigue la misma vaina, la lucha del bien, contra el mal.
En los pedazos de tierra, en los que está dividido este mundo, los cuales llamamos: Continente, país, isla, continuamos esas luchas de los pueblos. Para vivir con dignidad, con esperanza y con amor.
En esa lucha de los pueblos marginados y oprimidos encontramos amigos aliados, luchadores, mártires y héroes que con su accionar desboronan la creatividad y la imaginación donde se le da pasos a la ignorancia, al atraso además de la sumisión de los pueblos.
Es así como después de una estadía en el extranjero en el siglo 19 Juan Pablo Duarte concibe en su imaginación la creación (nacimiento) de la República Dominicana. En el mismo siglo 19, Gregorio Luperón, Gaspar Polanco y otros grandes dominicanos lucharon y vencieron para que la recién creada República Dominicana fuera libre, soberana e independiente.
En el siglo 20, es Juan Bosch, el cual estuvo exiliado en la hermana República de Cuba por espacio de 27 años que en el año 1973 forma el Partido de la Liberación Dominicana.
Más de 100 años después surge el sustituto de la Trinitaria.
El compañero Juan Bosch y los que lo acompañaron, en esa ardua tarea dotaron al partido de las herramientas necesarias e indispensables para que pudiera cumplir la tarea de ser el guía del pueblo dominicano.
Juan Bosch, estudioso de su pueblo, conocía el pensar y actuar de sus conciudadanos. Se construyó todo un andamiaje para lidiar con los diferentes sectores que componen nuestra sociedad, en especial la pequeña burguesía.
El PLD creó métodos (tiene sus métodos) para crecer desarrollarse y mantenerse sin permitirle al pequeño burgués usar a sus anchas sus cualidades congénitas, las cuales se pueden enumerar algunas, como son: el grupismo, la mentira, la mezquindad, el aguaje, el chisme, el arrivismo la ingratitud y la adulonería.
El PLD consiguió a través del trabajo, la educación, la disciplina y los métodos de trabajo lo que su fundador concibió y se prometió, ser el guía del pueblo de Duarte.
En el siglo 21 por mandato de la base del partido, el compañero Leonel Fernández toma las riendas de la organización. El compañero Leonel Fernández en estos momentos reúne en si el liderazgo nacional. Por ahora no se vislumbra competencia alguna.
La República Dominicana cuenta en la actualidad con un gran líder político. Ese líder se llama Leonel Fernández.
Su años vividos en la metropolit de acero llamada New York – la capital del mundo- lo hace obrero del porvenir.
En el siglo pasado, Juan Bosch dijo: Leonel “es una mina de oro”. No se equivocó. Leonel “es una mina de oro” inagotable.
Leonel Fernández es un líder que camina agarrado de las manos del conocimiento y el progreso, con la mente fija en el futuro del pueblo dominicano. No desmaya, no se distrae. Es un gladiador incansable.
El pueblo dominicano es un pueblo afortunado, ha parido en diferentes épocas y a su tiempo los hijos (lideres) que han podido evadir los obstáculos para así seguir el camino del bien.
En el constante trajinar, los pueblos van aprendiendo y conociendo a sus dirigentes (lideres) a veces hacen un espacio de reflexión y entonces caminan y luchan juntos al que consideran defiende sus intereses.
Es, eso y no más, lo que está sucediendo con Leonel Fernández y el pueblo dominicano. El trilla el camino del bien y el sacrificio. Su compromiso con su pueblo es sacarlo del subdesarrollo y llevarlo a un estadio de bienestar pleno y seguro para la presente y futuras generaciones.
Sin temor a equivocarnos podemos decir que el partido de la estrella amarilla y la bandera morada es el faro que sirve de guía al pueblo dominicano, con Leonel Fernández al que el Profesor Juan Bosch manifestó “la mina de oro”.
2008-06-24 20:16:38