Opiniones

EL TIRO RÁPIDO

EL TIRO RÁPIDO



de



Mario Rivadulla

La pasada semana el Presidente Leonel Fernández se reunió en Santiago con empresarios y productores del agro nacional. En el curso de ese encuentro el mandatario planteo una gran alianza del gobierno con ese importante sector productivo, sobre la base de un plan estratégico a corto, mediano y largo plazo de desarrollo de todo su potencial, utilizando los recursos que ofrece la moderna tecnología. El objetivo fundamental es lograr la Seguridad Alimentaría que nos permita disponer de una variada oferta de productos a precios rentables para los cosecheros y accesibles para los consumidores. Pero además, poder ampliar significativamente nuestro comercio de exportación de productos agrícolas. Ambos objetivos son esenciales. 

En cuanto al primero, tenemos que al presente  los precios locales se han disparado.  Fuera de los rubros subsidiados por el gobierno, como el arroz, habichuelas y huevos, entre otros, que deben ser focalizados hacia los sectores de màs bajos ingresos y de las limitadas disponibilidades de las plazas agropecuarias, las alzas de los principales artículos que componen la dieta alimentaría en supermercados y colmados,  se han convertido en un verdadero tormento para las amas de casa que ven cada día màs reducido el poder de compra de su presupuesto familiar.

Ahora mismo a los precios actuales del petróleo, se estima que la factura por la importación del crudo pudiera alcanzar los 5,200 millones de dólares al cierre del presente año. Pero esta cifra no es confiable y pudiera resultar mucho màs elevada si el crudo continúa su indetenible escalada alcista.  Como los combustibles que importamos inciden en prácticamente todas las actividades industriales y comerciales así como en el ámbito domèstico, el pronóstico coincidente de varios de nuestros más conocidos economistas es que la población tendrá que gastar un 50% más que en diciembre del pasado año, para adquirir los principales componentes de la canasta familiar.

Esta expectativa tan sombría que pudiera llegar al punto de desencadenar graves expresiones de descontento popular e inclusive comprometer la misma gobernabilidad, hace màs urgente la necesidad de que el gobierno pase de la planificación a la acción, poniendo en marcha los programas que se han venido anunciando, tanto para enfrentar la crisis alimentaría como la que representan los altos y insoportables  precios de los combustibles de origen fósil.

Focalizar los subsidios de alimentos para las clases màs empobrecidas, única forma de que puedan ser sustentados por el gobierno en el tiempo y frenar la escalada inflacionaria para el resto de la población mediante una producción abundante y la eliminación de la especulación y el exceso de intermediación, es sin duda la primera prioridad  que  enfrenta el gobierno del presidente Leonel Fernández en el tramo final del presente mandato y en el próximo que ejercerá  a partir del 16 de agosto venidero. Esto  solo podrá ser posible si se agiliza la ejecución del programa estratégico del desarrollo agropecuario, que no deje una sola pulgada de tierra aprovechable sin cultivar y que lo haga con el máximo rendimiento económico.

Fuera de la seguridad alimentaría en el ámbito domèstico tanto para la población como el sector turístico, la otra meta a lograr es la de darle a la producción agropecuaria nacional la necesaria amplitud en cantidad, diversidad, calidad y precio competitivo para satisfacer las necesidades del mercado regional, comenzando con el vecino Haití, uno de los 22 países que figuran en la lista de la FAO como los que corren mayor riesgo de padecer una gran hambruna. En el caso específico del territorio vecino, median también circunstancias sociales y políticas, ya que de no superar esa posible crisis, la presión demográfica sobre nuestra vulnerable frontera se tornaría insoportable e inmanejable.

En todo este proceso, ha revivido la vieja consigna de convertir la Republica Dominicana en “Granero del Caribe”. Lo que en otra época pudiera lucir una meta tan arrogante como difícil y hasta ilusoria  de alcanzar, debido entre otras razones a nuestra limitada geografía, pudiera no ser tan distante ni difícil gracias a los recursos que provee la moderna tecnología para lograr cosechas mucho màs abundantes.  Dentro de este contexto se mencionan los invernaderos, que según expertos del agro con una inversión de apenas US$300 millones, en un programa de 5 años, pudieran garantizar una exportación  estable de US$2 mil millones anuales.

El presidente Leonel Fernández durante su discurso en la Cumbre de la FAO en Roma, reiterado posteriormente en el país, ofreció un diagnòstico de la crisis mundial y su reflejo local que en general se considera  muy certero. 



También apropiada la receta para enfrentarlo en cuanto volver la vista, la atención y el esfuerzo al agro nacional, que es igualmente la que se recomienda a nivel internacional para los países en vías de desarrollo a fin de enfrentar la crisis alimentaría, así como el fomento de fuentes alternativas de energía para reducir su dependencia de petróleo.

Si tenemos identificados los problemas asì como las posibles soluciones, solo falta ahora poner manos a la tarea con el sentido de apremio que requieren las circunstancias y que espera la población sometida a los agobios del presente y enfrentada a las perspectivas de un futuro cargado de sombrìos pronòsticos.

 

2008-07-02 00:29:26