EL TIRO RÁPIDO
De
Mario Rivadulla
Jueves 03/07/2008
El espectacular rescate de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, 3 funcionarios norteamericanos y casi una docena de militares y policías mantenidos en rehenes por la narcoguerrilla colombiana, tiene varias lecturas.
La primera es que constituye una sonora victoria para la causa de los Derechos Humanos, consagrados universalmente por la ONU, continua y brutalmente agredidos por las FARC, al incurrir en un delito de lesa humanidad como lo es el secuestro, por más que se empeñen en negarlo sus cada vez más escasos apologistas, huérfanos de argumentos válidos, En este sentido es bueno recordar que todavía son muchas las personas que desde hace años son mantenidas en criminal cautiverio por el grupo clasificado internacionalmente como terrorista. Seguir luchando por su liberación, es una tarea irrenunciable y son legítimas todas las gestiones y acciones que sean emprendidas, ya directamente por el gobierno de Colombia, ya a través de la intermediación humanitaria de otros países u organizaciones.
Obligado destacar los méritos de la operación de rescate. Esta se realizó de manera irreprochable, sin disparar un solo tiro y sin la menor violencia. Respondió a una dilatada, persistente y fina labor de infiltración e inteligencia y una ejecución llevada a cabo con el más alto nivel de eficiencia. Más que merecidas, las felicitaciones al ejército colombiano y a sus cuerpos especializados que llevaron a cabo la misma con la mayor precisión y profesionalidad.
Del lado contrario, constituye un nuevo y el más fuerte revés que haya sufrido la narcoguerrilla colombiana, en sus más de 40 años de existencia. Los últimos meses han sido para el grupo terrorista de continuos fracasos y adversidades. Primero, fue la controversial operación militar llevada a cabo en la frontera colombo-ecuatoriana, que entre otros, costó la vida a Raúl Reyes, segundo en su jerarquía de mando y dejó como botín, un conjunto de valiosas, confidenciales y reveladoras informaciones y mensajes extraídos de sus dos computadoras, Posteriormente, el asesinato de otro de sus jefes importantes, a manos de su segundo. Le siguió la entrega de “Karina”, quien estaba a la cabeza de otro frente guerrillero y está sindicada como la principal responsable del asesinato del padre del Presidente Álvaro Uribe, años atrás. Más recientemente, la muerte por enfermedad del principal dirigente de las FARC, Manuel Marulanda, más conocido con el sobre nombre de “Tiro Fijo”.
Ahora, conjuntamente con el rescate de Ingrid Betancourt y el grupo de rehenes que ha recobrado la libertad, ha quedado relegada a segundo plano la información de que como consecuencia de esa operación, también fue capturado el comandante “César”, quien tenía a su cargo precisamente, la custodia de éste, considerado el principal grupo de cautivos en poder de las FARC.
Finalmente, no pueden ignorarse los dividendos políticos que esta acción comporta en favor del Presidente colombiano. El señor Uribe no solo fue el líder de la operación, sino que ha demostrado en todo momento poseer condiciones singulares como Jefe de Estado. Durante mucho tiempo soportó críticas, inclusive de la propia familia de Ingrid Betancourt, quien hicieron causa común con voceros y defensores de la narcoguerrilla, que lo acusaban de intransigente y responsable de que ésta no hubiera logrado su libertad. Mientras tanto, fue tejiendo laboriosamente, a lo largo de todo un año, la compleja red de esta fina operación, que bien posee todos los elementos necesarios para conformar el guión de una interesante película de aventuras. Jugó pacientemente con el tiempo y éste le trajo el triunfo y la razón,
Durante su gestión, el Presidente Uribe ha dado notaciones reiteradas de visión política, coraje, prudencia y paciencia y ha logrado, como ningún otro mandatario colombiano, arrinconar a las FARC, propinarle graves reveses y llevarlas a un punto evidente de elevada desmoralización interna y descrédito internacional. De ahí, las crecientes expresiones de respaldo que ha estado recibiendo su gobierno por parte del pueblo colombiano, que le permitieron reelegirse para un nuevo período presidencial con una elevada votación y que en estos momentos, se encuentra, sin lugar a dudas, en la cúspide de su popularidad.
Poco espacio, finalmente, le queda al grupo narco-secuestrador para poder sobrevivir, mucho menos para lograr imponer sus ideas a un pueblo que cada vez más las rechaza y le niega todo respaldo y justificación al tiempo que un creciente repudio internacional.
(TELEDEBATE, Telefuturo, Canal 23, transmisión del jueves 3,06,08, con cobertura nacional vía satélite y una red de 55 cables locales).
2008-07-07 21:49:47