EL TIRO RÁPIDO
de
Mario Rivadulla
Lunes 14/07/2008.
Feliz y oportuno que el Rector de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), haya escogido la protección del medio ambiente como tema focal del discurso pronunciado con motivo del vigésimo sexto aniversario de esa prestigiosa casa de estudios superiores, que sirvió de marco propicio para la graduación de estudiantes dominicanos y extranjeros en varias importantes disciplinas.
El Dr. Julio Amado Castaños Guzmán hizo especial énfasis en la destrucción de las cuencas hidrográficas como consecuencia de la tala y quema de árboles, así como la indiscriminada extracción de agregados para la construcción de los ríos del país.
El Rector universitario reiteró lo que tantas veces se ha venido denunciando y hemos señalado en innumerables ocasiones desde esta tribuna, o sea, el continuo deterioro de nuestras fuentes de abastecimiento de agua por parte de las granceras, como principal aunque no única causa, Es una situación, que lamentablemente ha persistido en el tiempo, a despecho de las numerosas denuncias y advertencias del grave daño ecológico que se le está ocasionando al país y de las prohibiciones dictadas por distintos gobiernos aplicadas con penosa timidez, cuando no violadas con absoluta impunidad.
Esa misma impunidad se registra también en la depredación de la foresta, incluyendo los parques nacionales y áreas reservadas. Como ejemplo citó el caso de Los Haitises, donde al nomadismo tradicional, se suma ahora la invasión, tanto de dominicanos como de elementos de otras nacionalidades, sin que se deje sentir la necesaria acción enérgica que ponga freno a estos desmanes.
En este sentido, el educador reveló y lamentó que de un total de más de 8 mil casos de alegada violación a la ley de Protección del Medio Ambiente, registrados tan solo durante el pasado año, apenas se produjeron condenas en dos expedientes. Es un resultado frustrante y desmoralizador.
Las observaciones que en este sentido hizo el doctor Castaños Guzmán en la señalada ocasión de titular 341 nuevos profesionales, motivaron su cálida exhortación final para que se conviertan en activos guardianes de los recursos naturales y esforzados militantes en la lucha contra la degradación medio ambiental.
Los señalamientos de Castaños Guzmán vienen muy a punto en momentos en que crecen la preocupación y la conciencia mundial por el tema ecológico, frente a los riesgos que entraña el proceso del calentamiento global cuyos efectos se están dejando sentir en el mundo entero.
En el caso específico de la República Dominicana como territorio insular, los científicos y ecologistas han advertido que el peligro es mucho mayor. De hecho, ya estamos sintiendo los efectos negativos de este proceso de deterioro climático. Prueba palpable de ello fue el reciente, destructivo y doloroso paso de la tormenta Olga por el país, totalmente fuera de época y que dejó como saldo una estela de muerte, incontables sufrimientos y cuantiosos daños.
Los pronósticos, en este sentido, resultan más que sombríos y requieren medidas urgentísimas de prevención: veranos más calurosos, inviernos más definidos y fríos, tormentas fuera de época, más intensas y frecuentes, así como de otros fenómenos naturales, incluyendo la elevación del nivel del mar con el consiguiente daño para nuestro litoral playero, gran parte del cual, pudiera quedar sumergido bajos las aguas orgánicas.
No menos inquietante la amenaza de desertificación que gravita sobre un setenta por ciento del territorio nacional, ocupado por cinco millones de habitantes y seriamente afectado por la sequía. De igual modo, el elevado grado de sedimentación de las presas nacionales que supera con mucho el estimado que debían presentar a la fecha, amenazando gravemente el suministro de agua potable para consumo humano y riego agrícola así como la generación de la energía eléctrica más barata y limpia conque contamos.
Todo los riesgos advertidos, de acuerdo a los expertos, están prácticamente a la vuelta de la esquina. Se advierte que si de aquí en lo adelante no adoptamos medidas enérgicas de prevención, protección y recuperación del patrimonio conque la naturaleza nos dotó generosamente, tan solo al año 2050 de persistir las actuales condiciones, la vida de seres humanos, animales y plantas, en este lado de lado isla, pudiera verse seriamente comprometida.
Una razón suficientemente convincente, para que no perdamos ni un solo instante en tomar las medidas correctivas que se requieren por parte de las autoridades, pero también de cobrar una firme conciencia y una actitud militante sobre el tema por parte de la sociedad.
2008-07-15 20:15:01