Opiniones

EL TIRO RÁPIDO

EL TIRO RÁPIDO



De



Mario Rivadulla.



Jueves 24/07/2008.

Las expresiones del doctor Marino Vincho Castillo durante su intervención como Asesor  en la materia del Poder Ejecutivo, en  la presentación del Plan Estratégico Nacional sobre Drogas 2008-2012, de seguro levantarán ronchas y darán origen a fuertes y polémicas reacciones.  El doctor Castillo, con unas extensas trayectorias de servicios y estrecha involucración en esta área, externó duras críticas dirigidas tanto al Gobierno Norteamericano como a los tribunales del país en el conocimiento y fallo de las causas por comercio de estupefacientes.

En cuanto al primero le acusó de mostrarse indiferente y poco cooperativo con los países de limitados recursos, como es nuestro caso, para proveerlos de los medios requeridos  a fin de enfrentar  el flagelo del narcotráfico promovido por los poderosos carteles y grupos responsables de su manejo en el plano internacional.   El doctor Castillo resaltó la diferencia entre la enérgica política desplegada en este campo por el gobierno del Presidente Clinton frente al tímido comportamiento seguido  por la presente administración de George Bush,  lo que ha traído como resultado que el país se encuentre “indefenso y solo” en esta lucha tan desigual.

No fueron sin embargo estas críticas a la actitud de los Estados Unidos, compartida y voceada ampliamente desde los más diversos litorales políticos y sociales desde hace tiempo,  las que pudieran despertar el avispero polémico nacional.  Este seguramente se focalizará en los fuertes calificativos que dedicó a la Justicia a la que acusó de carecer de “valor y honor” para sancionar los casos de drogas.

Durante la actividad que sirvió de escenario para los pronunciamientos que comentamos, quedó de manifiesto una vez más, de manera categórica, que hoy no solo somos posiblemente el más transitado corredor de la región para el tráfico internacional de drogas con destino a Estados Unidos y Europa, sino que también nos hemos convertido en un mercado creciente de consumidores, con altos grados de adicción, sobre todo entre jóvenes, adolescentes y niños. Las últimas revelaciones en este sentido, resaltan esta dolorosa realidad.



Repasemos algunas.

Es más que sabido que las bandas barriales que controlan el microtráfico están integradas en su gran mayoría por jóvenes de cada vez más corta edad. Recientes informes policiales dan cuenta de que niños hasta de apenas 8 años forman parte de esas pandillas y tienen una participación activa en sus fechorías. El semanario Clave divulga en su última edición que durante el presente año han sido apresados 490 niños utilizados como “mulas” para el trasiego de sustancias prohibidas.  En Hogares CREA es cada vez mayor la acogida a infantes de corta edad que presentan síntomas de fuerte adicción al consumo de estupefacientes.

Durante los 23 meses que lleva al frente de la Dirección Nacional de Control de Drogas el General Ramírez Ferreira, se han incautado 11 toneladas de narcóticos diversos y han sido apresados y remitidos a la justicia más de 34 mil personas alegadamente involucradas en la comercialización de estupefacientes. La mayor proporción de reclusos que guardan prisión preventiva o definitiva en los distintos recintos penitenciarios del país, corresponden a expedientes por esta causa.

Ahora bien: al margen de consideraciones sobre la reacción que provoquen las declaraciones del doctor.



Castillo que comentamos  resalta el hecho cierto, preocupante y extremadamente peligroso, inclusive para la estabilidad institucional, de que el tráfico de drogas, tanto la que pasa en tránsito  como la que se nos queda, ha ido ganando un espacio cada vez más mayor pese al esfuerzo desplegado por el General Ramírez Ferreiras, sus colaboradores y otras instancias oficiales que cuentan con los más limitados recursos.

Hora es ya de que acabemos de cobrar conciencia de la importancia del tema y de la necesidad de promover, por nuestra propia cuenta y nuestro propio interés, políticas enérgicas y sostenidas para prevenir y combatir este verdadero cáncer. Tal, más que abocarnos a un nuevo debate en torno a las polémicas acusaciones del doctor Castillo donde primen más las consideraciones y descalificaciones personales que la gravedad del tema deben ser la moraleja, el mensaje y la tarea a la que debemos abocarnos antes de que el tráfico y consumo de drogas haga mortal metástasis en las frágiles estructuras de nuestra sociedad.

2008-07-25 19:47:54