Opiniones

EL TIRO RÁPIDO DE LA SEMANA

EL TIRO RÁPIDO DE LA SEMANA



De



Mario Rivadulla



Viernes 5,09,08

Las vicisitudes climáticas por las que está atravesando el país en los actuales momentos, consecuencia del “calentamiento global” que ha provocado significativos cambios ambientales en todo el mundo y que nos está dejando sentir sus efectos con gran fuerza, ha puesto también de relieve el celo y capacidad operativa de los organismos de prevención y socorro.

Agrupados en el llamado Centro de Operaciones de Emergencia, que dirige el coronel Juan Manuel Méndez, se han integrado los recursos humanos y logísticos de más de tres decenas de diferentes organismos relacionados en este tipo de tareas permitiendo así elaborar estrategias y ejecutar las mismas dentro de un patrón uniforme.  Esto posibilita hacer un trabajo mucho más efectivo, lo que no ocurría anteriormente cuando cada una de esas instituciones operaba de manera individual.

Este agrupamiento de fuerzas y focalización de esfuerzos es consecuencia precisamente de costosas experiencias anteriores, donde las labores de prevención y socorro no pudieron realizarse con la debida eficacia y pérdida de vidas que pudieron evitarse.  El resultado de esas amargas lecciones del pasado, no cayó por suerte en el vacío. Por el contrario, impulsó la creación del Centro de Operaciones de Emergencia que frente a cada eventualidad infortunada, ha ido afinando su trabajo y mejorando su capacidad de respuesta para proteger primero vidas y luego, en la medida de lo posible, los bienes materiales sometidos al riego de fenómenos naturales y otras circunstancias adversas.

Prueba de ese trabajo eficaz es que, a diferencia del infortunado vecino Haití, donde provocó un gran número de muertes, el paso de Gustav pudo haberse solventado sin una sola víctima de no haber sido por el trágico derrumbe de piedras y lodo que sepultó varias endebles viviendas en el sector conocido como Jarro Sucio, en la barriada de Guachupita, privando de la existencia a una madre con seis de sus hijos y una persona discapacitada.

La labor de prevención, de evacuación y traslado a refugios de miles de personas en situación de peligro y las tareas de salvamente ejecutada por la Defensa Civil y otros organismos que integran el Centro, a veces con grave riesgo de vida  para los esforzados socorristas, es demostrativa del alto nivel de eficiencia que han alcanzado en el cumplimiento de sus delicadas responsabilidades.  Es también garantía de que en este campo hemos logrado importantes avances que merecen ser reconocidos.

De resaltar igualmente la dedicada labor de detección, seguimiento e información de las condiciones atmosféricas que viene llevando a cabo el Departamento de Meteorología que mantiene un programa de frecuentes emisiones diarias de boletines, los cuales se incrementan cuando hay señales de tormenta.  Sus orientaciones permiten adoptar, con suficiente antelación, las previsiones recomendadas para minimizar tanto riesgos personales como los daños a bienes y propiedades frente a tales amenazas.

Creemos oportuno y de justicia tanto como tranquilizador en la medida en que esto sea posible, el hecho de que disponemos ahora mismo de personal capaz, compuesto por miles de calificados socorristas y voluntarios bien entrenados y con un alto nivel de dedicación y servicio para enfrentar situaciones que pueden resultar potencialmente riesgosas para la seguridad de la ciudadanía.  Tal al presente,  en que nos encontramos en plena temporada ciclónica que se pronosticó como muy activa y así ha estado resultando en la realidad.

Ahora mismo existe la posibilidad de que el huracán “Ike” alejándose por suerte de nuestras costas,  nos deje sin embargo el rezago de copiosas lluvias. Ya antes lo había Hanna, que a su paso cercano provocó intensos aguaceros, con miles de refugiados y cientos de viviendas destruidas, puentes y caminos afectados.  Y hay que tomar en cuenta que todavía estamos a mitad de camino, ya que el período tradicional para este tipo de fenómenos no concluye hasta el treinta de Noviembre, aunque con la salvedad de que no estamos exentos de vernos afectados posteriormente.   Trágico ejemplo y todavía vivo recuerdo,  el paso destructivo de Olga, ya bien entrado el pasado mes de Diciembre.

Sosiega en gran medida el ánimo saber que  Meteorología se mantiene en celosa vigilancia dando seguimiento a las condiciones climáticas, en tanto el Centro de Operaciones de Emergencia también se halla en constante vigilia para realizar su trabajo de prevención y auxilio.  Pero es necesario insistir en que la población por su parte,  debe estar consciente de que estamos en la ruta de los huracanes y que estos meses son particularmente problemáticos por su frecuencia y fortaleza.  Por tanto, es deber de cada quien estar atentos a las informaciones meteorológicas y seguir las instrucciones en caso de amenaza ciclónica.

En cuanto al gobierno, poner énfasis igualmente en evacuar los grupos que viven en condiciones más vulnerables sin esperar a que tengamos el agua al cuello, y comenzar desde ya a planificar la reubicación de los mismos con carácter permanente, impidiendo la ocupación de los espacios evacuados por nuevos invasores o el retorno de los anteriores, aún si es necesario con el uso de la fuerza pública ejercida sin atropellos pero con la debida firmeza.

2008-09-08 14:42:53