Las Elecciones del 4 de Noviembre en los EE.UU
Radhamés Pérez
Coordinador General
Las del 4 de noviembre, son una de las elecciones que mayor interés nacional e internacional ha generado en los últimos 40 años. En estas, además de la presidencia y la vice-presidencia, están bajo el escrutinio ciudadano los 435 asientos de la Cámara de Representantes y una tercera parte de los 100 asientos de la Cámara Alta de los Estados Unidos.
La grave crisis económica que azota a la nación y la candidatura, con posibilidad de ganar, de una persona negra a la Presidencia y de una mujer a la Vice, hacen del actual proceso uno singular y que pasará a la historia.
Más allá del discurso de los políticos de los dos grandes partidos sistémicos, la crisis económica se convierte en el principal factor para el ejercicio ciudadano al derecho a votar.
Incluso no se puede descarta una reducción del nivel de abstención en comparación con los más recientes torneos electorales en este país.
Millones de jóvenes y personas independientes han sido motivados a participar en este proceso electoral, sobre todo a partir del factor Barack Obama.
Su liderazgo y juventud, así como su origen racial, se combinan para generar un efecto motivador que llevará a las urnas por primera vez a millones de ciudadanos, incluidos a los de las minorías menos propensos a responder al llamado de las urnas.
Igual o mayor efecto puede causar en otra franja de la población el alcance y profundidad de la crisis económica. Para muchos, el voto aparece como el mecanismo mediante el cual sueñan con superar la crisis y mejorar su existencia material.
En esta última franja se encuentran sectores mayoritarios de las comunidades inmigrantes. Entre esta es mayor el porcentaje de personas que han perdido sus puestos de trabajos, por lo que también se ha reducido su nivel de ingreso y de vida, profundizándose así la pobreza y haciendo caer bajo la categoría de pobre a millares de nuevas familias.
Reducido el nivel de ingreso de nuestras comunidades, esto afecta negativamente el volumen de las remesas hacia los países de Latinoamericana receptores de la misma.
Consciente de que ya no es la guerra ni la reforma migratoria el tema de mayor preocupación para las familias estadounidenses, el candidato demócrata insiste en la problemática económica y financiera y en asociar al candidato republicano John McCain a la desastrosa gestión que en la materia ha tenido el presidente George W. Bush.
Distanciado en este ámbito de McCain y de la filosofía republicana, Obama ha planteado revertir la política fiscal que ha dominado en los 8 años de gobierno republicano. Esto se traduce en reducir el pago de impuestos para más del 90% de las familias, mientras penalizan en un mayor nivel a quienes ocupan la cúspide de la pirámide social en los EE.UU.
Se distancian ambos candidatos en sus agendas frente a las necesidades sociales de la población.
Sin ser santos y muchos menos dioses, los demócratas ceden en algunos niveles a las aspiraciones de millones de personas, sobre todo en lo referente a un programa nacional de cobertura médica que pueda beneficiar a mas de 45 millones sin protección alguna, mientras, por el contrario, los republicanos reiteran su conocida política de someter la salud a la dinámica del mercado, a la vez que recortar mas los beneficios y programas sociales y usar mayor cantidad de dinero en la seguridad interna y en guerras como la de Irak y Afganistán.
En lo que resta de campaña, hay que esperar la puesta en movimiento de la infernal maquinaria republicana en contra de Obama.
Como siempre, más que la discusión de temas y agendas la maquinaria republicana atacara el carácter y asuntos personales del candidato republicano.
Aun sin las fuerzas de procesos electorales anteriores, temas asociados a la religión, el aborto y las relaciones de parejas serán usados para satanizar a los demócratas y así buscar activar mucho más al sector más conservador del partido republicano.
Admitido o no, el factor racial jugará un papel preponderante antes y durante el día de la votación. Múltiples estudios indican que al momento de ejercer el voto personas que aun sin considerarse prejuiciadas racialmente, cambian la orientación del mismo cuando uno de los candidatos no es anglosajón.
Sin admitirlo, tampoco, este factor está condicionando el voto de una parte de la comunidad latina, mayoritariamente vinculada a los demócratas.
Este voto, que puede resultar decisivo en estados claves, se espera que alcance a unos nueve millones de ciudadanos/as de origen latino.
Dentro de esta comunidad está la dominicana, la cual en sentido general tiene una orientación que, en el marco de esta sociedad, es considera progresista.
Mayormente concentrado en Nueva York, New Jersey, Massachussets y Florida, el voto dominicano NO es decisivo como dicen algunos políticos y creadores de opinión pública.
En los tres primeros estados la victoria demócrata no está en dudas.
Sólo en Florida puede ser un factor el voto dominicano, en caso de que se repita una votación con un margen de diferencia de unos dos o tres miles de votos como ocurrió en las fraudulentas elecciones presidenciales previas, tanto en las que resultó derrotado Al Gore como en la que perdió John Kerry.
Así, cualquier comunidad con 25 mil o 30 mil personas naturalizadas estadounidenses puede decidir el destino de un estado clave a nivel nacional, como es la Florida.
Aun así, hay que motivar a los/as dominicanos/as y a los inmigrantes en general a salir a votar el 4 de noviembre.
En la cultural política estadounidense está muy arraigada la conducta de prestar más atención, desde los gobiernos, a las comunidades que salen a votar y que exhiben, por tanto, poder en este ámbito de la acción ciudadana.
Hay que esforzarse, además, para que el movimiento de base que se ha articulado alrededor de la candidatura de Barack Obama, vaya más allá del 4 de noviembre, de manera que en caso de este resultar electo la agenda del futuro gobierno no solo esté marcada por los intereses de las grandes corporaciones, sino que de alguna manera refleje la presión y aspiración de los trabajadores, las comunidades oprimidas, los jóvenes y las mujeres, así como el vasto movimiento anti-guerra de los EE.UU.
2008-09-15 18:37:44