Nada es lo que parece
Por LEO HERNANDEZ*
Mi padre, fallecido hace unos pocos años, solía citar con insistencia a un viejo profesor suyo –y luego mío- de lo que entonces se conocía como teneduría de libros en la expresión de que “no recordar a tiempo es no saber”.
Recién reincidí en el disfrute de una película de Al Pacino: El Discìpulo, y el extraordinario actor, en su personaje como agente-entrenador de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), usó y repitió en el film la frase “nada es lo que parece”.
A veces creemos saber cosas pero no las tenemos en nuestro conocimiento en el tiempo y la oportunidad que se requiere. Sencillamente, sobra razón y lógica a la frase del profesor de mi padre y mío: No las sabemos.
Así, también en ocasiones experimentamos el sentimiento de que estamos haciendo las cosas muy bien y la realidad es otra. Hasta en el amor pareciera que alcanzamos metas que son irreales. Cierto que “nada es lo que parece”.
Me motiva la expresión del profesor-director del Instituto Comercial Trujillo-Hull que luego fue Instituto Comercial San Francisco, de la calle Abreu, en San Carlos, porque me luce que estamos olvidando muchas cosas valiosas, simplemente porque no las estamos recordando a tiempo.
Y como “nada es lo parece”, hemos abrazado la práctica de darle tiempo al tiempo para encontrar soluciones a los problemas vitales de nuestra sociedad, con lo que estamos incurriendo en un vicio inaceptable para un país con tantos requerimientos.
Se nos olvida con tremenda facilidad –o no lo recordamos a tiempo- que los políticos que nos gastamos ofrecen de todo en cada elección procurando llegar al Congreso, a los Ayuntamientos y hasta al Palacio Nacional.
Luego, como no lo recordamos a tiempo, no lo sabemos. Y ellos vuelven y hacen lo que les viene en ganas, se postulan de nuevo …y nos timan de nuevo. Porque “nada es lo que parece”.
Ha entrado el 2009. Se acerca el 2010, y está programado que habrá comicios congresionales y municipales. Ojalá recordemos a tiempo las promesas incumplidas de los que querrán volver a ocupar curules y regidurías.
*El autor es periodista y consultor de comunicación
2009-01-06 18:59:06