EL TIRO RAPIDO
De
Mario Rivadulla
El aún inconcluso expediente de la matanza de Paya suma ahora un nuevo capítulo con el sometimiento a la Justicia de dos agentes policiales, un sargento y un cabo, a los que se vincula con la desaparición de ocho millones de dólares, suma con la que se pagarìan los mil 300 kilos de droga que sirvieron de eje al mùltiple crimen. De significar que ni la droga ni el dinero han aparecido hasta ahora. De hecho, el Procurador General de la República declaró en semanas recientes que daba por perdida la primera, que a su juicio ya debía haber sido dispersada en los numerosos puntos de distribución que existen en el país.
El sonado juicio del ex capitán Quirino Paulino Castillo ha adquirido a su vez un nuevo aunque ya previsto y esperado giro, al confirmarse que ha llegado a un arreglo con los fiscales norteamericanos que llevan el peso de la acusación, ofreciendo los nombres de alegados implicados en su red de narcotráfico a cambio de una sentencia reducida y de la inclusión de su familia en el programa de Protección a Testigos de los Estados Unidos. Las especulaciones difieren en torno a la cantidad aunque no a la calidad de quienes estarían involucrados en la mafia criminal. Se habla de militares de alto rango, empresarios y hasta políticos aunque sin especificar nombres. En todo caso, hay creadas grandes expectativas en torno al momento en que salgan a relucir los mismos.
A lo anterior se agrega la denuncia del infatigable senador banilejo Wilton Guerrero sobre la existencia de bandas debidamente identificadas, dedicadas al narcotráfico en la región Sur con la complicidad de autoridades de diferentes niveles e instancias, tanto civiles como uniformadas.
Pero quizás el tema que ahora mismo plantea mayor suma de interrogantes es el relacionado con el piloto José Basilio Jiménez Henrìquez, desaparecido hace un par de semanas conjuntamente con diez personas que conducía en una avioneta con aparentes fines de introducirlas ilegalmente en los Estados Unidos.
Conforme las investigaciones avanzan van surgiendo evidencias cada vez más sorprendentes que se agregan al hecho insólito de que este individuo, durante el perìodo 2000 a 2004, pudiera militar sucesivamente en los tres cuerpos armados del país y llegar al extremo de ser nombrado Supervisor del DNI en la propia región Sur, pese a disponer de un largo y diversificado prontuario delictivo que lo involucró inclusive en el asesinato alevoso del funcionario de Aeronáutica Angel Christopher, ocurrido hace dos años y medio y aún impune.
Se suma el hecho igualmente increíble de que pese a todo lo anterior, a ser un conocido traficante de ilegales, y según el propio y bien documentado senador Guerrero, de drogas y armas, pudiese utilizar libremente los diferentes aeropuertos del país no obstante haberle sido retirada la licencia de piloto.
Ahora como si fuese poco, emerge otra revelación más escandalosa al establecerse que durante un allanamiento realizado en Santiago, se ocuparon armas pertenecientes al desaparecido piloto y documentos confirmando que el mismo fue autorizado en diciembre del 2004 a construir un helipuerto privado. En adición, Jiménez utilizaba un helicóptero en el que previamente había dado clases de aeronavegaciòn a un hijo de Quirino Paulino Castillo y que, después de ocupado por las autoridades, se suponìa permanecía bajo custodia oficial y no en sus manos.
Son demasiadas irregularidades. Demasiado cieno flotando en el ambiente. Demasiada podredumbre y obvias complicidades involucradas en todos estos hechos que revelan hasta qué extremo se ha enquistado la corrupción en el país como un cáncer corrosivo. Ponerle freno urgente a toda esta inmundicia que amenaza con asfixiarnos es, debe ser tema, compromiso y acción curativa de la mayor prioridad nacional antes de que haga fatal metástasis.
2009-01-08 18:25:47
