Posted by juancarlos | Posted in Republica Dominicana | Posted on 18-03-2009
El liderazgo, el relevo generacional y la supervivencia del PRD como fuerza fundamental del sistema ?democrático? entran en la liza por los puestos directivos del partido.
Sin embargo, el tema más controversial es la prohibición estatutaria a los altos cargos de postularse por algún puesto electivo. Los partidarios de este modelo sostienen tres argumentos: garantiza la igualdad de condiciones entre los aspirantes, definición del arbitraje y blindaría al partido contra la división.
Quienes buscan eliminar la prohibición afirman que es inconstitucional, le daría libertad al partido para usar todos sus recursos humanos, garantiza la unidad de mando político.
Muchos han requerido mi opinión acerca del tema. Algunos, por órdenes de su amo, La Antipatria, buscan mi parecer acerca de la candidatura del Ing. Miguel Vargas Maldonado.
Este proceso es una guerra del pasado contra el futuro. Los perredeístas decidirán entre quienes pensamos que el PRD necesita cambiar urgentemente estableciendo una democracia participativa sin límite a ninguno de sus miembros de aspirar a puestos electivos y los que aún creen que estamos en la primera mitad del siglo pasado y conciben la democracia como un festival de prohibiciones.
El artículo 185 aparte de inconstitucional es antidemocrático. Aprobada la ley de primarias, podríamos establecer estatutariamente que el candidato presidencial es el presidente del partido por cuatro años. Me voy más lejos, si el Presidente de la República es perredeista debe ser automáticamente nuestro candidato presidencial para la próxima elección. Un gobernante no puede ser subalterno en su propio partido. El jefe del Estado, debe ser también el líder del partido.
Con la ley de primarias estará garantizada la igualdad de condiciones entre los aspirantes pues el proceso lo organizará la JCE. Ser presidente del PRD no es sinónimo de capitalizar la voluntad popular. ¿Acaso Secundino Gil Morales, Vicente Sánchez Baret, Hatuey Decamps, Yvelisse Prats, Juan Isidro Jiménez Grullon, entre otros, pudieron articular un proyecto de poder exitoso?
La candidatura de Miguel Vargas es el ejercicio de su derecho a elegir y ser elegido. La generación fallida y La Antipatria, acostumbrados al modelo del reparto que tanto daño hace, no entienden que en una verdadera democracia los liderazgos no son consecuencia de una nómina de asalariados, sino el producto de la voluntad popular expresada en las urnas.
Sólo en tres cosas coincidimos con Vargas Maldonado: que el partido debe cambiar de rumbo (el piensa que hacia la derecha, yo que hacia el socialismo del siglo XXI), que debemos sepultar definitivamente a la generación fallida y que el presidente del partido debe ser el candidato presidencial.
Quienes sostenemos un modelo de partido y un proyecto de país distinto al de Vargas Maldonado, poseemos también el derecho de presentarnos ante la militancia para que ella soberanamente decida con cual propuesta se queda. No le niego el derecho que tiene el ex candidato presidencial a querer que le cuenten sus votos, puesto que a mí también me contaran los míos.
Los perredeístas debemos tener muy claro que aquí hay una batalla generacional que puede dar al traste con el futuro del partido si no somos capaces de hacer una competencia electoral libre, diáfana y sin posposiciones. Llegó la hora de enterrar lo viejo, lo desfasado, lo atrasado y dar paso al nacimiento de un proyecto de país socialista, revolucionario, antiimperialista.
Si en verdad la generación fallida y La Antipatria creen tanto en la democracia les reto a que convoquemos un plebiscito el mismo día de la convención y a la boleta con las candidaturas agreguemos una papeleta con la siguiente pregunta:
¿Aprueba usted la reforma al artículo 185 de los estatutos con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana, en ejercicio de un cargo de dirección nacional, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata a cualquier puesto electivo reconocido por la Constitución de la República y le da la calidad de presidente del partido al candidato a la Presidencia de la República escogido por el voto universal de los ciudadanos y ciudadanas?
Entre el Sí y el No, el pueblo decidiría nuestro destino, deshaciéndonos de una vez y por todas del antidemocrático reparto de cargos.
Yo votaría Sí.
¿Aceptan el reto?
2009-03-18 18:16:45