Opiniones

En el día internacional del agua

por Víctor Suárez

Mi canto al Ozama en el día internacional del agua, del agua que quiere correr libre de contaminación a través de los hombres y de la tierra, del agua, que es lo mismo que decir la vida, que es lo mismo que decir humanidad, por que todo lo que vive de allí viene.

El hombre y su oscurantismo lo llevan a pecar en contra de si mismo y por consiguiente en contra de la naturaleza, su ignorancia lo lleva a creer que la vida es sólo el presente y destruye y contamina, y mata inmisericorde.

Donde habría que trasladar la ciudad de santo domingo si el ozama muriera, a que otra margen de ríos en la isla? A ninguna parte, ya todos los acuíferos están enfermos y están muriendo asesinados por nuestras manos ignorantes.

EL OZAMA

hiere el alma el grito de auxilio

Que aflora en tu mirada fría y gris,

en tu cuerpo serpentino, el cual yace tendido

en este cause de riberas mal olientes,

entregado como quien lleva en su seno

una enfermedad Terminal

Afligido y triste herido de muerte.

Las lilas tienden de verde el lecho,

queriendo proteger tu fuente dadora de vida

de los depredadores humano.

Duele la inconsciencia y ésta ignorancia asusta,

espanta la desidia de aquellos que se

beben la conciencia en una botella de ron,

bailando bachatas heridas y merengues fusilados

en los batifondos que pululan en tu margen.

Veo que te extingue como una vela que se acaba,

Lenta, pero inexorable,

languideciendo, tristemente muriendo

Olvidado en un rincón de la ciudad

y aun así sigues tu paso de amor indescifrable

queriendo entregar hasta la ultima gota de tu esencia.

El grito se siente en el olor que corre

y se abraza a los callejones de los barrios que te circundan

y en las camas de los niños que contaminados agonizan

y en la sonrisa de las muchachas que venden sus senos a adolescentes

y es tan turbio su futuro como el tuyo.

Y allí donde confluyen el Ozama y el Isabela en un abrazo infinito,

se eterniza el deseo de seguir vertiendo

por los siglos de los siglos la vida.

Quien se preocupará

por el destino de estos colosos moribundos

que se niegan a redimirse,

quien sacará de sus vientres

La huella inficiosa y putrefacta de la indolencia,

Quien sembrará de vida su cauce y su ribera

Quien pude ser tan Dominicano como tu, Ozama.

2009-03-23 18:43:21