Mario Rivadulla
Miércoles,04,09
Definitivamente el senador por San Pedro de Macorís, Alejandro Williams, parece no tenerlas todas consigo. El hombre no acierta ni por casualidad.
Inicialmente fue su reacción ante la versión de que estaba siendo investigado por el Medicaid norteamericano por presuntas acciones fraudulentas. Una acusación que no fue confirmada pero tampoco desmentida ni por la Embajada de los Estados Unidos en el paìs, a la que se pidiò información al respecto, ni al parecer por el propio Medicaid, que es el nombre que identifica al sistema de salud pública del poderoso vecino del Norte. Exonerado por su propio partido, el PLD, reaccionó de inmediato en forma arrogante, agresiva y amenazadora en particular contra los medios de comunicación a los que responsabilizó por divulgar esa información, olvidando que la prensa no crea las noticias sino que se limita, tal como es su función primaria, a recogerla y difundirla.
De pasada y con motivo de esa situación, quedó en evidencia que el señor Williams figura entre los crónicos ausentistas a las sesiones del Senado al punto de tener ya impresa las correspondientes excusas para cubrir sus reiteradas faltas de asistencia, a las que solo, por lo visto, es preciso ponerles fecha. Su defensa en este sentido no dejó de resultar en extremo original, cuando alegó que él apenas figura en el quinto lugar en el ranking de los mayores faltantes a sesiones ya que hay otros cuatro colegas de hemiciclo que suman más ausencias que él.
Ahora, vuelve de nuevo el senador Williams a convertirse en eje de controversia, cuando tres acusado por tres destacadas comunicadoras Margarita Cordero, Marìa Isabel Soldevila y Norma Sheppard, esta última corresponsal en la propia provincia petromacorisana, de ejercer intimidantes presiones en su contra a través de un par de espalderos a su servicio, quienes se habrían hecho pasar por agentes del FBI y a tìtulo de tales, pretender en forma compulsiva de las mencionadas colegas identificar las fuentes noticiosas de las cuales habrían obtenido información sobre los alegados problemas confrontados por el legislador con el Medicaid.
El absurdo proceder de Williams y sus agentes, que bien pueden ser acusados de fraude identidad, es de tal magnitud que ha motivado la protesta del Colegio Dominicano de Periodistas y de cientos de comunicadores, así como el reclamo de un informe sobre el caso por parte de la Sociedad Interamericana de Prensa. Nunca posiblemente el senador, quien a pesar de representar a San Pedro de Macorís reside la mayor parte del tiempo en los Estados Unidos, logrará mayor fama legislativa que por estas dos situaciones. Esto así, es tanto no se ha conocido hasta ahora que haya promovido un solo proyecto de ley de la más mínima importancia ni intervenido en los debates para aportar ideas constructivas, siendo al parecer su mayor logro congresional y posiblemente el único, tener por encima de él a esos otros cuatro senadores con el negativo privilegio de contar con mayor número de ausencias.
El Presidente del Senado ha dispuesto una comisión para investigar la denuncia contra Williams, aunque ya antes se designó otra con motivo de la acusación de posible fraude al Medicaid, la cual que se sepa, nunca rindió su informe o al menos no se hizo público. También es de esperar que el PLD, que lo exoneró con anterioridad, muestre alguna disposición en ese sentido en tanto las acciones que en esta ocasión se le atribuyen son de extrema gravedad y fácil comprobación por cuanto afectan el libre ejercicio de la libertad de prensa en el país, del cual todos los gobiernos, sin excepción, han tratado de mostrarse celosamente garantes y respetuosos. No hacerlo así, dejar pasar la denuncia sin juzgar su comportamiento, sería convertirse en compromisarios de su censurable,grave, ilegal e inadmisible proceder.
Por lo demás, el señor Williams tiene que revisarse de urgencia y cambiar completamente de actitud. También el propio PLD está impuesto a evaluar desde una óptica política, el desempeño del mismo en el marco de la provincia por la que salió electo pero a cuyos intereses y desarrollo da la impresión de permanecer ajeno. Esto, ya que por lo que luce hasta ahora, su accionar no se corresponde en lo absoluto con los principios que inspiraron la creación del partido morado, sus normas disciplinarias ni las enseñanzas y ejemplo del desaparecido Juan Bosch.
TEMA DE HOY
– ¿Considera que el Senado debiera aplicar sanciones tanto a Williams como a los demás miembros que no asisten regularmente a sesiones y muestran un elevado nùmero de ausencia?
– ¿Entiende que al PLD le convendrìa sustituir a Williams como candidato a senador por la provincia de San Pedro de Macorís en las elecciones del año 2010?
2009-04-02 16:52:36