Uno de los desafíos que tienen las instituciones educativas en la actual coyuntura de crisis global por la que atraviesa el mundo es la mejoría de la educación en los diferentes niveles enseñanzas. Por eso éstas deben, en sus diferentes niveles, concentrar sus esfuerzos en la preparación y mejoría de los docentes, única garantía para tener estudiantes y profesionales con buena preparación académica.
Los centros de estudios, sean estos de niveles medios, bajos o altos, necesitan dirigir y coordinar todo el proceso educativo de los estudiantes y profesores, como condición necesaria para dirigir el proceso de enseñanza hacia la obtención de los mejores resultados en beneficio de toda la comunidad educativa.
Los centros de enseñanzas que desean avanzar, tanto en el aspecto gerencial como académico, deben tener un director que tenga una visión amplia y creativa del proceso educativo, no sólo en el aspecto de la enseñanza que deberá encabezar en la institución que dirige, sino que éste debe tener, además, una visión global de los desafíos del sistema educativo, visto como totalidad para poder controlar y dirigir tanto el proceso de su propio centro, así como también comprender la tendencia global prevaleciente en su país y el mundo, en materia educativa, para poder desarrollar una labor de dirección eficaz y con calidad.
De la visión y manejo adecuado que tenga la institución educativa, tanto de los aspectos internos que se desarrollan en su seno, como de la visión que esta tenga de la tendencia global de la educación y las soluciones que se deben aportarse para mejorar el sistema educativo en su conjunto; de ello dependerá el éxito tanto de los estudiantes y profesionales que se están preparando en los centros docentes del país.
La calidad de la educación exige que la instituciones educativas asuman la coordinación del grupo de profesores que sirven a su centro, esto debe hacerse con un interés marcado en la motivación personal y en el fortaleciendo los niveles de preparación y solidaridad que deben prevalecer entre los diferentes miembros del grupo de profesores; esos niveles de solidaridad ayudaran a solucionar muchos problemas económicos, materiales y emocionales que se presentan en el día a día en las instituciones educativas. Por eso los niveles de solidaridad entre los miembros del equipo de trabajo ayudaran, no sólo a motivar al profesor en su labor docente, sino que lo ayudara a ser un promotor permanente de la calidad del proceso educativo por los niveles de entrega y dedicación que el profesor dispensara al mismo si siente que su trabajo es reconocido y valorado por la dirección y su equipo de trabajo.
Las instituciones docentes deben reconocer, de forma permanente, la dedicación y los logros que van obteniendo los profesor@s a favor del rendimiento educativo de sus estudiantes, porque ello se traduce en mayor rendimiento y calidad del proceso de enseñanza, ya que cuando reconocemos, aunque sea con palabras de elogios los logros obtenidos por el profesor, ello contribuye a que ese docente se sienta valorado en su labor educativa y como ser humano, esos pequeños detalles en las relaciones humanas y laborales se traducen en mayor entrega y dedicación en el ejercicio docente.
La tarea de las instituciones educativas por mejorar el rendimiento y la calidad educativa no debe ser exclusiva de los directores y rectores de esos centros de estudios, si no que el mejoramiento de la calidad docente y la participación de los estudiantes en el proceso educativo para recibir los conocimientos que arroja dicho proceso, debe ser el resultado de un trabajo en equipo, en donde el profesor debe aporta ideas que fortalezcan los métodos que permitan la discusión e interiorización de conocimientos, a partir de los contenidos que se están trabajando y reflexionando. De esta forma se consigue mejorar aspectos específicos de las asignaturas que se están impartiendo y se logra, además, que las aulas escolares se conviertan en verdaderos laboratorios de los grupos de trabajo que incorporan nuevas ideas y nuevos métodos de interiorización de conocimientos que puedan contribuir a la elaboración de una estrategia general, orientada al mejoramiento del rendimiento y de la calidad docente.
Cuando verificamos que los resultados de cada idea o sugerencias hechas por el profesor y los estudiantes arrojan resultados positivos en la obtención de mejores estándares de conocimientos, por parte de los alumnos, en esos casos debemos escoger los mejores resultados para incorporarlos, como herramienta de trabajo en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Toda institución debe administrar el proceso educativo, de forma que pueda gerenciar el proceso mismo y los resultados que este arroje. Los centros docentes que desean obtener rendimiento y calidad en su gestión necesitan asegurarse que el proceso que están dirigiendo sea de formación en el trabajo para los miembros del grupo de estudiantes que lo conforman y es indispensable que el proceso de enseñanza este permeado por contenidos con altos niveles formativos, ya que ello garantiza que los estudiantes sean agentes creativos y protagónicos para el desarrollo y los cambios que esta demandando la sociedad nuestra y el mundo.
Por eso, debe ser un compromiso de las instituciones educativas el desarrollar una labor docente encaminada al logro de rendimientos ostensibles dentro del sistema educativo, además tienen el compromiso de garantizar que los avances que se vayan obteniendo en los aspectos docentes y administrativos se mantengan, para ello debe haber un interés permanente de estas en capacitar y preparar a su personal, ello es una condición necesaria para el logro del rendimiento escolar deseado.
La planificación y la organización son aspectos que deben caminar de forma paralela con el proceso educativo puesto en marcha, ya que sólo ellos garantizan la obtención de los objetivos trazados por cualquier institución docente que desea mejorar el rendimiento de sus estudiantes.
Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor. Es, además, Director del Colegio Megas y su Centro de Formación Pedagógica.
2009-04-26 14:48:46