Por Claudio Márquez
El licenciado Celso Marranzini parece haber perdido por completo la cordura. Eso de admitir ante los medios periodísticos del país que sus críticas contra el ingeniero Rhadamés Segura tiene su causa en que ?ha enfrentado a los generadores de electricidad con el objeto de que las distribuidoras lleven la energía más barata a los consumidores?, envuelve a todas luces un razonamiento poco ético.
Tal vez no tenga la actividad de negocio nada que ver con el asunto de la ética, pero tomarla en cuenta no deja de ser aconsejable en el caso de un dirigente empresarial de la ascendencia del señor Marranzini, al que hoy vemos dando tumbos.
De todas maneras sus aseveraciones están ahí, en la edición de ayer tarde del periódico vespertino El Nacional, donde en atención a las observaciones hechas por los diputados peledeístas Domingo Páez y Juan Carlos Quiñones, quienes asociaron el fondo de las declaraciones vertidas por el ex presidente del Conep a los intereses que preserva en el sector eléctrico. Incluso, estos dos congresistas expresaron que Marranzini cuenta con un negocio ilegal de compra y venta de electricidad del que ha obtenido pingues beneficios.
Algo ocultaba Marranzini al expresarse de forma tan impropia, y quien a raíz de la denuncia hecha por la periodista Nuria Piera sobre el caso PRA, pretendió pescar en río revuelto.
El protagonismo imprudente de este dirigente empresarial debe resaltarse, además, precisando que pese a la dureza de sus comentarios y reclamos, el mismo no ha sumado una sola propuesta importante destinada a contribuir con la solución del problema energético nacional.
Sus apuros han estado, sí, centrados en un decapitamiento del gabinete del sector eléctrico, bajo el alegato de que la CDEEE no se ha cumplido con los planes de expansión planteados en el área.
Con razón se ha advertido que aprovechar coyunturas de conflictos para tratar de intimidar y zaherir a los funcionarios del Gobierno que ejercen sus labores con sentido de respeto y dignidad, no es lo más inteligente.
Que actuar como un potro desbocado, sin considerar siquiera la forma en que ha sido distinguido por el Gobierno y el propio ingeniero Rhadamés Segura, lo único que hace es dilatar la posibilidad de un diálogo productivo a favor de la solución del problema energético nacional.
Debemos estar claros en que el licenciado Marranzini irrespeta al Gobierno y al país cuando esconde la razón real de sus críticas y posiciones radicales contra el trabajo desarrollado desde la CDEEE en provecho del sector eléctrico.
Su postura atrevida y ordinaria no responde más que a la desesperación de un crítico que ha preferido transitar el camino de la provocación y las insinuaciones groseras, desconociendo que por ese camino no se llega lejos.
Tampoco debemos perder de vista la posibilidad de que las consideraciones desenfrenadas del licenciado Marranzini estén asociadas al interés de algunos grupos privados de torpedear el trabajo de rehabilitación desarrollado en el sector eléctrico desde la CDEEE.
Una labor que ha sido reconocida recientemente por los organismos multilaterales y de financiamiento, los cuales se han comprometido a ampliar su línea de crédito al sector eléctrico del país. Porque este modelo de conducta sí que riñe con los principios de transparencia y moralidad a los que vagamente recurre ahora el señor Marranzini en su empeño por manipular la opinión pública.-
28 de abril del 2009.-
2009-04-28 23:14:46