Mario Rivadulla
Jueves 14,05,09
El Presidente Leonel Fernández se ha mostrado especialmente diligente en estos últimos días, desplegando una intensa actividad que lo ha desplazado a diferentes provincias del país para intercambiar impresiones con los dirigentes comunitarios, escuchar sus quejas y negociar sus demandas. Al mismo tiempo, ha estado sosteniendo reuniones con los representativos de los sectores productivos nacionales a fin de conocer de su propia boca la realidad actual de cada uno y coordinar acciones con el gobierno para estimular la dinamización de la economía.
Tanto en un caso como en el otro se trata de encuentros convenientes para quedar impuesto de realidades que posiblemente no llegan a penetrar en su despacho del Palacio Nacional, o que les resultan disfrazadas y distorsionadas por quienes equivocadamente pudieran entender que la mejor manera de servir al gobernante es halagando sus oídos con noticias positivas y evitando en cambio, informarle de todo aquello que pudiera resultarle desagradable o negativo. De cierto, esconder la verdad no es precisamente la mejor forma de ayudar a un gobernante, como no lo es tampoco de hacerlo con un empresario o un dirigente en cualquier campo de la actividad humana.
Ayer precisamente el mandatario sostuvo una importante reunión con los dirigentes del igualmente muy importante sector turístico. Esta es la industria que constituye desde hace años, ahora mismo y por el próximo futuro el renglón de mayor incidencia en la economía nacional. El crecimiento de este sector ha sido tan sostenido y significativo que ha convertido el país en el principal destino recreacional de la región y el que recibe cada año mayor número de visitantes extranjeros.
Pero es también un área que se teme pudiera resultar grandemente afectada a causa de la crisis financiera internacional que altera los planes turísticos de muchos potenciales visitantes, obligados por las circunstancias o inclinados por propia voluntad a asumir medidas de austeridad económica. De ahí, lo oportuno de este intercambio entre el gobernante y los principales empresarios turísticos del país a fin de adoptar disposiciones y comprometer acciones encaminadas a eliminar ese riesgo o tratar de reducirlo a su más mínima expresión, al tiempo de acometer obras de interés para mejorar las condiciones en que se desenvuelve esta actividad. Por lo pronto, se informa que el Presidente Fernández acordó con los empresarios invitados al encuentro la reparación de las calles en los diferentes polos turísticos del país así como la construcción de las carreteras Samaná-La Galera y Sánchez-Las Terrenas. Faltaría terminar la importante Autovía del Este que es la región del país de mayor auge turístico.
Por lo demás, si bien se ha reportado una baja que era de esperar en el flujo de turistas, no parece que ésta haya llegado a niveles que pudieran considerarse catastróficos. Esto no implica que debamos descuidarnos para tratar de preservar la estabilidad de la industria en tiempos difíciles como los que corren.
En cuanto a las perspectivas de futuro, las autoridades del ramo informan que existen proyectos por 14 mil millones de dólares así como interés de empresarios extranjeros de invertir hasta 6 mil 500 millones de dólares en la zona de Pedernales para aprovechar todo el potencial turístico del Sur. Tanto en un caso como en el otro, son proyectos cuya ejecución quedará sometida a la prueba del tiempo. Esperemos que éste nos traiga su confirmación.
2009-05-15 14:01:49
