Por José Reyes Martínez
La historia está colmada de evidencias cuyas naciones cuentan con líderes que han sabido dejar atrás sus diferencias e intereses particulares, para aunar sus mejores esfuerzos en la búsqueda de solución a los problemas básicos y estratégicos nacionales.
Esa es la visión que justamente necesita asumir el liderazgo político, económico y social de la República Dominicana, para salir adelante en esta coyuntura complicada por la que atraviesan las naciones como la nuestra y el resto del mundo desarrollado.
El contexto actual, requiere que el liderazgo nacional -público y privado- cuente con una visión amplia y clara sobre los cambios que acontecen en el ámbito de las complejas relaciones geopolíticas y económicas internacionales.
Por esa razón, una actitud de diálogo abierto y democrático, así como de una visión de consenso y de comprensión de los actuales espacios geopolíticos, podríamos entonces estar en capacidad de desarrollar nuestras potencialidades de bienestar económico y social que ahora demanda la nación.
Este preámbulo tiene que ver, precisamente, con la invitación que les hizo el Vicepresidente Ejecutivo de le CDEEE, ingeniero Rhadamés Segura, al Consejo Nacional de la Empresa Privada, así como a otras fuerzas sociales para la realización de una cumbre que le busque solución al problema eléctrico nacional.
La atinada iniciativa del ingeniero Seguro, que ya ha concitado la atención de la opinión pública y de connotados sectores sociales, busca consensuar factores básicos y comunes que generen soluciones definitivas a un asunto tan vital y estratégico, como lo es la industria y el servicio de electricidad.
El alto ejecutivo de la CDEEE entiende que la coyuntural actual es ideal para asumir el problema eléctrico como un gran reto que le compete resolver al sector público y privado, porque cuentan con la experiencia y los recursos para hacerlo.
Además, por las legítimas expectativas que abriga la población y el sector productivo nacional sobre el tema que ha ahora será debatido con la reflexión y el buen juicio que amerita este importante sector de la vida nacional.
La deuda real con los generadores, los problemas de generación eléctrica estable y confiable, la inversión privada en el sector, y el imperativo nacional de renegociar los contratos con las empresas eléctricas de generación, son parte de una agenda que precisa de una discusión que promueva la armonía, el consenso y la concertación entre las partes.
Por ejemplo, los cálculos de especialistas en el tema eléctrico sostienen que si la CDEEE lograra renegociar los contratos con las cuatro generadoras de electricidad, las autoridades se ahorrarían en la compra de energía más de 420 millones de dólares al año, que al cambio actual serían algo más RD$15,120 millones.
Una cifra considerable, especialmente ahora que los ingresos del Estado han caído en el primer semestre del año en unos RD$10,023 millones, por la crisis económica y financiera internacional, que ha reducido el 30% de nuestras importaciones, y que ha derivado en una baja del consumo, de las ventas y las ganancias empresariales del país.
Con la renegociación lograda con la empresa distribuidora Palamara la Vega, por ejemplo, las autoridades se ha ahorrado unos 30 millones de dólares. Los ahorros aumentarían significativamente, si el país lograra concertar nuevos acuerdos con las demás empresa del sector, en un diálogo racional, franco y amistoso, y sin los signos actuales de confrontación que nada aportan a la sociedad.
En definitiva, para que la cumbre por la solución al problema eléctrico tenga los éxitos que espera la nación, hay que ir a la mesa de diálogo con actitudes de cooperación, armonía y posturas de flexibilidad de los sectores en cuestión.
El autor es periodista
2009-08-05 19:18:44